Barcelona ganó 3-1 al Nápoles logrando clasificar a la final de ocho que se disputará en Portugal


 

El Nápoles salió al Camp Nou contestón y pudo amargarle la noche al FC Barcelona al poco del comienzo del choque. Los napolitanos le quitaron totalmente la pelota a los culés en los primeros diez minutos y Dries Mertens pudo adelantar a los suyos a los dos minutos. El belga se aprovechó de un mal despeje de Gerard Piqué y tuvo un balón franco dentro del área que pegó muy mordida y mandó al palo ante la atenta mirada de un Ter Stegen que hizo la estatua.

 

Tras el tremendo susto inicial, los azulgrana tuvieron suerte y encontraron el gol antes que el juego gracias a un buen cabezazo de Clément Lenglet​. El francés aprovechó un gran centro de Ivan Rakitic de córner y tras un polémico empujón a Di Lorenzo puso el balón en el fondo de la reda. El VAR revisó la acción, pero finalmente decidió no pronunciarse y el gol subió al marcador. El tanto del ex sevillista fue un bálsamo para un Barça que comenzó mal, pero que se tranquilizó a partir de esta diana.

 

Los catalanes empezaron a mandar con la pelota y el Nápoles se echó hacia atrás con más dudas. Los de Quique Setién no llegaban arriba con claridad, pero con más balón y con Leo Messi arriba siempre puede pasar cualquier cosa. El argentino corroboró esto con una acción muy suya en la que se fue de varios defensores tras una serie de rebotes y terminó colocándola al segundo palo con su clásica rosca. Golazo lleno de rabia, carácter, calidad y algo de suerte para encarrilar una eliminatoria que se ponía muy de cara.

 

Aún más de cara pudo ponerse el choque en el 30 cuando el propio '10' aprovechó un grandísimo centro de Frenkie de Jong con el exterior para controlar, dejar atrás a su par y definir ante Ospina a pocos metros de portería. Fue una jugada de genio, pero el rosarino rozó la pelota con la mano en el control y el VAR terminó anulándoselo. El videoarbitraje no estuvo del lado del Barcelona en esa ocasión, pero sí unos minutos después tras un claro penalti de Koulibaly a Messi.

 



El colegiado tardó en señalar la pena máxima, pero tras verla en la pantalla a pie de campo no dudó y pitó. Leo acabó muy tocado la jugada tras la dura entrada del senegalés, por lo que Luis Suárez fue el encargado de tirar y transformar el lanzamiento. El Barça se ponía 3-0 y prácticamente metía sus dos pies en Lisboa, pero solo un par de minutos después Rakitic la lió, llegó tarde y arrolló a Mertens dentro del área. Insigne no falló y puso el 3-1 justo antes del descanso para darle emoción al choque.

 

El tanto de su gran capitán le sentó muy bien a los italianos, que salieron en la segunda parte igual de enchufados que en la primera. La pelota volvió a ser de los de Gattuso, que encerraron al Barça, aunque no pudo llegar con claridad a la portería de Ter Stegen. Por suerte para los blaugrana, los 'partenopeos' no aprovecharon su buen momento tras el paso por los vestuarios y poco a poco se fueron diluyendo.

 

Los barcelonistas terminaron recuperando el balón con el tiempo, pero los del sur de Italia no se rindieron y con los cambios volvieron a la carga. En su primera acción en el campo, Hirving 'El Chuky' Lozano tuvo una oportunidad clarísima para recortar distancias tras un precioso centro de Insigne. El talentoso mediapunta vio al mexicano en el 71 y metió un balón perfecto que el ex del PSV remató mal de cabeza completamente solo, perdonando así al Barcelona.



Volvió a tenerla el Nápoles en el 81 con un buen centro desde la izquierda que Milik remató al fondo de las mallas de cabeza. Por fortuna para el Barça, el polaco, que saltó al campo un par de minutos antes, estaba medio cuerpo adelantado y el linier anuló la diana por fuera de juego. Los italianos lo siguieron intentando hasta el final y encerraron a un cansado Barcelona en su área, pero no tuvieron claridad en los últimos metros y solo volvieron a rozar el gol con un tiro de Di Lorenzo que sacó bien Ter Stegen. Los culés supieron sufrir para mantener su ventaja y clasificarse para la 'final a ocho' de Lisboa, donde ya espera el poderoso Bayern de Múnich.