Este año, las remesas familiares, las exportaciones de bienes y la inversión pública moderarían su ritmo de crecimiento, lo que provocaría una leve desaceleración en la economía salvadoreña, indicó ayer el Banco Central de Reserva (BCR).

La institución presentó el balance oficial del desempeño económico de 2018 y una revisión de sus proyecciones para 2019. Óscar Cabrera, presidente del BCR, indicó que a finales del año pasado estimaron que el Producto Interno Bruto (PIB) crecería 2.6 % en 2019, pero ante un escenario interno y externo más retador de lo previsto, la institución revisó a la baja esa proyección y ahora esperan un avance del 2.4 %.

Además de ser una previsión menor, significa una leve desaceleración para la economía salvadoreña, ya que en 2018 creció 2.5 %, una décima más.

Cabrera explicó que esta perspectiva responde a un entorno internacional y local con retos para el desempeño económico de El Salvador.

 

Entorno retador

El presidente del BCR señaló que las previsiones de los organismos internacionales apuntan a que la economía global se ralentizará este año, como consecuencia de los conflictos comerciales que protagoniza Estados Unidos con varios países y regiones, como China y la Unión Europea.

Citando datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), el BCR indicó que la economía mundial crecería este año 3.5 %, dos décimas menos que lo estimado en octubre de 2018.

Estados Unidos, el principal socio económico de El Salvador, avanzaría 2.5 % en 2019 y aunque esta previsión no cambió respecto a la que el FMI publicó en octubre, en 2020 espera una desaceleración importante, ya que el PIB de la mayor economía mundial solo avanzaría 1.9 %.

A esto se suma el encarecimiento del petróleo, una materia prima que no produce El Salvador y por tanto debe importarla, quedando a merced de la volatilidad de los precios internacionales.

Solo entre diciembre de 2018 y lo que va de marzo, el crudo ha subido 30 %, indicó Cabrera, y se espera que este año ronde los $60.30 por barril. A partir de 2020 se ubicará en torno a los $64.

 

Factores clave perderían dinamismo

Los retos locales también tienen fuertes conexiones con lo que sucede en el extranjero. El BCR espera que las remesas familiares crezcan a menor ritmo en 2019, después de reportar tasas de crecimiento atípicas atizadas por temores a la política migratoria de Estados Unidos. Este año aumentarían 4.1 %, la mitad del 8.4 % que lograron en 2018. Para 2020 se espera un avance del 3.1 %.

Las exportaciones de bienes también se ralentizarían, en respuesta a una demanda externa más conservadora. El Banco Central pronostica un avance de 3.3 % para este año y 3.9 % para 2020. En 2018 avanzaron 2.5 %.

Otro factor interno que influye en las perspectivas es la inversión pública. Mientras en 2018 creció 23.2 %, este año avanzaría solo 2.5 %, según las previsiones del Ministerio de Hacienda retomadas por el Banco Central.

Con ello volvería a sus tasas de crecimiento habituales. “Si queremos crecer (…), la inversión pública de crecer sostenidamente, aunque sea poco”, indicó Cabrera.

El funcionario señaló que en 2017 se experimentó una atípica caída de 12 % en la inversión pública, lo que disparó el crecimiento de esta variable en 2018.