El personal usa ventiladores para acelerar el secado de las colecciones. / Krissia Torres


El 50 % del material dañado por las inundaciones de la semana pasada dentro de las instalaciones de la Biblioteca Nacional, ha logrado recuperarse, informó ayer Mary Cruz, del Departamento de Conservación de la Biblioteca Nacional de El Salvador.

“Ningún material se ha perdido completamente, pero a algunos periódicos les están saliendo hongos a consecuencia de la humedad de hace tiempo”, explicó Cruz. Para ello, la entidad solicita de alcohol 90, ya que colecciones antiguas presentan riesgos.

Cruz agregó que en el momento no se tenían recursos para una recuperación correcta del material: “Estuvimos utilizando papel bond pero el secado era más lento”.

Desde el jueves de la semana pasada se está realizando el proceso de secado con pelum. En consecuencia, la mayoría de los periódicos dañados se encuentran en la última fase de restablecimiento.

Instituciones como Fundación Empresarial para el Desarrollo (Fepade), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y el Banco Hipotecario, donaron a la entidad utensilios para la restauración de las colecciones afectadas.

Detalle de algunas de las colecciones en restauración. / K.T.


SÓTANO INHABITABLE

Cruz aseguró que en cuestión de infraestructura no se espera una pronta respuesta por parte del gobierno para la reconstrucción de las instalaciones. La medida que ha tomado la administración de la Biblioteca Nacional de El Salvador, es el “traslado de la Hemeroteca o el Departamento de Conservación a un cuarto en el Palacio Nacional”, ya que el sótano presenta un alto grado de daños en la época de lluvia.

Según la colaboradora del Departamento de Conservación, “de los doscientos periódicos dañados, la mayoría pertenecen a El Diario de Hoy, la mitad de ellos se encuentran en la segunda planta para recibir ventilación”.

La ayuda que reciben llega de escuelas, colegios, instituciones públicas o personas altruistas: “Muchas personas vienen a dejar botes de alcohol y bolsas de algodón” afirmó.

Mascarillas y guantes no dan abasto para el trabajo de recuperación.

“La UNESCO donó ventiladores que han acelerado el proceso, pero seguimos solicitando elementos para la protección del personal”, dijo Cruz.

Todo con el objetivo de asegurar la salud, fuera de gérmenes u hongos alojados en el material afectado.

“Como personal estamos realizando todo lo posible para evitar que se generen pérdidas de materiales históricos y valiosos”, subrayó Cruz.

El personal de la Biblioteca Nacional estima que en una semana y media se logre la recuperación total del material dañado.