Los mercados temen una crisis económica, a medida que la epidemia afecta las cadenas de producción. / DEM


Wall Street se derrumbó ayer, con su mayor caída en 11 años, aplastada por la ruptura petrolera y la crisis mundial del coronavirus.

El Dow Jones Industrial cedió 7.79 % a 23,851.02 puntos, con una caída de 2,000 puntos, mientras que el tecnológico Nasdaq perdió hasta un 7.29 % a 7,950,68 unidades, y el S&P 500, de las principales empresas en bolsa, cayó 7.60 % a 2,746.56 puntos.

Según Howard Silverblatt, especialista en índices, el S&P 500 perdió unos $1.87 billones desde su récord del 19 de febrero.

Llevada a la población de Estados Unidos, se trata de una pérdida de $5,682 por habitante.

Los tres principales índices de Wall Street perdieron cerca de 20 % desde sus máximos del mes pasado, en un mercado desmoralizado.

Este lunes, un mecanismo de interrupción de los intercambios durante un cuarto de hora fue activado al inicio de la sesión, cuando el S&P 500 perdió más de 7 %.

La bolsa neoyorquina además se vio golpeada desde la apertura por la caída del crudo, que tuvo su peor jornada desde la primera guerra del Golfo en 1991, con una pérdida de casi 25 %.

La semana pasada la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), liderada por Arabia Saudita, y sus socios petroleros, encabezados por Rusia, no lograron un acuerdo para reducir la producción y sostener los precios, en un contexto de caída de la demanda por el coronavirus.

Rusia, el segundo productor mundial de petróleo y que no es miembro del cártel, se negó a una nueva reducción colectiva de la producción en los 23 países (la llamada OPEP+), de 1.5 millones de barriles al día, como proponían los saudíes.

Como consecuencia, y tras el fracaso de las negociaciones, Arabia Saudita decidió el domingo el mayor recorte de sus precios por barril en 20 años.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó en Twitter a Arabia Saudita y Rusia de ser responsables de la caída de Wall Street.

Además, la propagación del coronavirus en Estados Unidos, con más de 500 casos y 22 muertes, sigue derrumbando a Wall Street.