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Veinte bomberos brasileños que trabajaron en las tareas de rescate tras el desastre minero de Brumadinho viajarán a Mozambique para auxiliar en el salvamento y las búsquedas por víctimas del devastador ciclón que golpeó África austral hace dos semanas dejando más de 700 muertos.

Los efectivos, miembros especializados del Cuerpo de Bomberos Militar de Minas Gerais, deben partir en la madrugada del viernes rumbo a las ciudades de Beira y Dondo, muy afectadas por el paso del ciclón y las inundaciones, donde se establecerán inicialmente, informó la corporación.

Especialistas en salvamento, inundaciones o soterramientos, los bomberos brasileños llevarán consigo dos pickup, dos botes y tres drones, además de material específico para trabajar en las zonas afectadas y operar de forma autónoma.

La corporación aseguró igualmente que la misión brasileña, prevista para 15 días, no interferirá en las labores en Brumadinho, donde los bomberos siguen buscando cuerpos en la zona arrasada por el tsunami de 12 millones de metros cúbicos de lodo que siguió a la rotura del dique de la mina Córrego do Feijao, propiedad de Vale, el 25 de enero.

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En estos dos meses, 216 personas han sido encontradas muertas, pero 88 siguen desaparecidas en un área que ocupa 270 hectáreas de esta zona minera del sudeste del país.

Las imágenes de los bomberos sumergidos en el barro, trabajando exhaustivas jornadas bajo un fuerte sol en busca de supervivientes fueron la única luz que encontraron los brasileños ante un drama que llegaba solo tres años después del de Mariana, donde la rotura de otro dique dejó 19 muertos y la peor catástrofe ambiental de la historia del país.

La dedicación de los bomberos, algunos de ellos con experiencia en ambos desastres, hizo que algunas voces pidieran incluso su candidatura al premio Nobel de la Paz.

En Mozambique, país también lusófono, los militares actuarán además en las "actividades de planificación e inteligencia de búsqueda", añade el comunicado.

La víspera, el gobierno brasileño había anunciado ya el envío de dos aviones Hércules con ayuda humanitaria a Mozambique y de otros 20 especialistas.

El ciclón Idai, que arrasó este país y luego Zimbabue el 14 de marzo, afectó además a cientos de miles de personas, que han perdido sus casas o sus cosechas.

Según el último balance de las autoridades, el ciclón y las inundaciones por las violentas lluvias dejaron 468 muertos solo en Mozambique, donde ya se identificaron cinco casos de cólera.

En el vecino Zimbabue, ya son 259 muertos, según la ONU, y cerca de 200 desaparecidos.