Un helicóptero de extinción de incendios trabaja el incendio de Saddleridge el 12 de octubre de 2019 en Sylmar, California. AFP


Los bomberos que combaten los incendios forestales en el sur de California consiguieron disminuir las llamas, lo que condujo al levantamiento de las órdenes de evacuación después de que unas 100.000 personas fueran obligadas a dejar sus hogares.

Un incendio que ardió rápidamente a través del Valle de San Fernando en el Gran Los Ángeles fue el más fuerte de varios en el sur de California.

Hasta este sábado, había consumido 3.200 hectáreas en algunas áreas del valle, unos 32 kilómetros al norte del centro de Los Ángeles, dijeron oficiales de bomberos.

Agregaron que el incendio estaba contenido en un 33%.

A todos los residentes se les permitió este sábado regresar a sus hogares debido a que el pronóstico de temperaturas más frías y vientos más suaves mejoró el panorama.

"Estamos preparados para cualquier brote cuando ocurra", dijo el capitán de Bomberos de Los Ángeles Branden Silverman a los medios locales.

Parte del condado de Los Ángeles estaba cubierta de humo, lo que provocó un alerta sobre la calidad del aire.

El incendio estalló el jueves por la noche por razones desconocidas y rápidamente se propagó en la ciudad de Sylmar, impulsado por la baja humedad y ráfagas conocidas como los vientos de Santa Ana.

Alrededor de 1.000 bomberos, respaldados por helicópteros que arrojaban agua y aviones que lanzaban retardadores de fuego, combatieron las llamas, que forzaron el cierre de varias carreteras principales.

La línea de metro local también fue cerrada, al igual que las escuelas y las empresas.

"El hecho de que los miembros de la comunidad prestaron atención a las advertencias de evacuación temprana hizo una gran diferencia, permitiendo a los bomberos ingresar a esas comunidades y proteger las propiedades", dijo el viernes por la noche el jefe adjunto de bomberos del condado de Los Ángeles, Dave Richardson.

Aún así, algunos propietarios fueron vistos usando mangueras de jardín para tratar de apagar las llamas de sus propiedades, dijeron las autoridades.

Un hombre de unos 50 años murió de un ataque al corazón mientras luchaba por salvar su casa, dijeron los bomberos.

En otro incendio, en Calimesa, unos 100 kilómetros al este de Los Ángeles, murió una mujer de 89 años.