El presidente electo, Na­yib Bukele, reiteró ayer su distanciamiento con los gobernantes de Nicaragua y Venezuela, Daniel Ortega y Nicolás Maduro.

Al ser preguntado si cambiará el voto que El Salvador hace en la Organización de Estados Americanos (OEA) y que tradicionalmente se ha opuesto o abstenido de condenar a esos regímenes, el futuro gobernante advirtió que con él en el poder, eso cambiará de rumbo.

“En el caso de Ortega y de Maduro pueden irse despidiendo de sus aliados en El Salvador”, dijo Bukele, desatando los aplausos de la concurrencia a su conferencia en la Fundación Heritage en Washington.

El Gobierno de Sánchez Cerén usualmente vota a favor de Maduro u Ortega o se abstiene en las condenas.

El presidente electo también había fustigado a Ma­duro el martes en México, a quien llamó “dictador”.