El presidente de la República, Nayib Bukele, vetó la nueva reforma al Código Electoral que había aprobado el voto para los salvadoreños en el exterior en las elecciones tanto de alcaldes como de diputados.
Bukele argumentó que la reforma viola la sentencia de la Sala de lo Constitucional, que ordena legislar sobre este tipo de votación, y lo tildó de "adefesio jurídico" y de "un burdo intento de negar" el voto a los salvadoreños en el exterior.
Según el mandatario, es un "adefesio" porque no reconoce el derecho a ser elegido de los ciudadanos y da criterios que excluyen a salvadoreños no nacidos en El Salvador; además de que hace un voto engorroso y prácticamente imposible.
La @AsambleaSV envió otro adefesio jurídico que incumple la Constitución, la sentencia de Sala y los derechos fundamentales de nuestros hermanos en el exterior.
Es por eso que he decido VETARLO por inconstitucional.
Pónganse a trabajar y legislen en favor del pueblo.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 18, 2020
Además, criticó que en la reforma faltó la regulación de la circunscripción para que los salvadoreños no nacidos en El Salvador tengan una representación legislativa; y objetó que los criterios de la circunscripción departamental y municipal son diferentes sin justificación.
El 6 de febrero pasado, la Asamblea Legislativa aprobó nuevas reformas a la Ley Especial del Voto en el Exterior para permitir que los salvadoreños de la diáspora voten por alcaldes en las elecciones del 28 de febrero de 2021 luego de que Bukele vetara unas reformas que excluía las elecciones municipales.
De acuerdo a la reforma, el ciudadano debía inscribirse en el padrón electoral para votar por diputados de la Asamblea Legislativa y Parlamento Centroamericano (Parlacen), circunscritos al departamento donde nació; pero en el caso de las alcaldías, debía definir a qué municipio quería que se asignara su voto, comprobando un "arraigo" por vínculo familiar, propiedad de bienes inmuebles, pago de impuestos municipales o tener un negocio instalado en el municipio.
Los salvadoreños en el exterior debían comprobar el arraigo con escrituras de propiedad, pago de impuestos municipales o bien con documentación de sus familiares.