Su centro de distribución de productos de consumo en Nejapa tiene 13,500 m2 de espacio. La firma genera 800 empleos directos.


Cada día el mercado de consumo salvadoreño realiza millones de operaciones. Estas no solo se remiten a las que hacen las grandes cadenas, sino las que -en efecto hormiga- se desarrollan en una red de 25,000 tiendas de barrio.

La venta al detalle es un negocio complejo. Cuando un cliente llega al mostrador o camina por los pasillos de un supermercado es fiel a productos, marcas, presentaciones, entre otras variables, que son entendidas en detalle por las compañías distribuidoras.

Uno de los protagonistas de esta dinámica es C. Imberton, una empresa que quizá muchos no sepan que está detrás de su elección en los anaqueles.

Carlos Imberton, es el actual presidente de la empresa, pertenece a la tercera generación de la dinastía del ciudadano francés León Imberton.

 

Orígenes.

La distribuidora nació el 20 de noviembre de 1920 como un almacén general, su fundador importaba de Francia medicinas, vinos, chocolates y perfumes finos, incluso telas como casimires.

“El negocio de mi abuelo consistía en un almacén general. Es un poco difícil para los que no conocen la evolución del mercado. Antes había almacenes que vendían de todo, que tenían una esquina con ferretería, otra con ropa, porque el mercado era así. No era muy sofisticado y no se tenía la suficiente riqueza para que hubiera negocios especializados”, dice Carlos Imberton.

El negocio es actualmente una compañía con operaciones en dos ramas: farmacéutica y productos de consumo la que sustenta su operación, en parte, en sistemas automatizados que conectan los pedidos de grandes cadenas o pequeños negocios usando softwares predictivos e inteligencia artificial.

El empresario sostiene que actualmente son líderes en el segmento farmacéutico, mientras que se encuentran entre los tres mayores distribuidores de producto de consumo de la plaza, hitos reforzados desde que asumió la dirección de la empresa el 2 de enero de 1980, un momento clave en la historia del país porque marcó el inicio del conflicto armado.

El centro de distribución para droguerías es de 2,500 m2.


Pandemia.

El vocero de Imberton dice que la pandemia representó un reto para la operación, pero, al contrario de otros sectores, su ritmo no cesó.

“Por ser artículos de primera necesidad no estamos sujetos a fluctuaciones tan grandes, si tuvimos sorpresas en caso de demandas extraordinarias por productos de limpieza, abarrotes, alimentos, algunas medicinas como vitamina C, zinc (… ) fueron ventas extraordinarias, el problema grande quizá lo tuvimos con el abastecimiento porque en la medida que el mundo se fue cerrando nuestras fuentes de aprovisionamiento se fueron complicando”, dijo.

La compañía mide, en parte, el ritmo del consumo. Imberton reconoce que la emergencia generó cambios, incluso lapsos en los que no se logró satisfacer la demanda natural ante picos récord, función que, dice, fueron afortunados de poder sobrellevar la pandemia sin grandes problemas.


Cronología de un negocio que alcanza los cien años


La compañía salvadoreña administra redes de distribución y es una de las protagonistas en el segmento de droguerías y productos de consumo.

 

1920 Nacimiento

El almacén general de León Imberton se dedicada a la importación de productos como chocolates, perfumes y vinos franceses.

1950 Alka-Seltzer

Su representación más antigua es la de la marca Alka-Seltzer, la cual adquirieron hace 70 años y clave en su extenso portafolio,

1980 Relevo

Carlos Imberton toma el mando de la empresa y sucede en el puesto a su padre, Carlos Federico Imberton, como tercera generación.

2020 Pandemia

La compañía cumple su primer siglo el 20 de noviembre, en un año de retos marcado por la pandemia del covid-19.