El Gobierno inyectará $203 millones para impulsar el bitcoin, pese al rechazo de los salvadoreños. / Óscar Machón


El precio de los bonos salvadoreños volvió a caer ayer en un mercado inquieto por la entrada en vigencia de la Ley Bitcoin y la tensión política.

El Salvador se convirtió ayer oficialmente en el primer país en adoptar el bitcoin como moneda de curso legal, una medida impulsada por la administración de Nayib Bukele pese al rechazo mostrado en las encuestas y las advertencias de riesgos para la economía nacional.

Al cierre de la jornada de este 7 de septiembre, el mercado reaccionó con una baja en los bonos de entre 3.8 % y 5.3 %. Esta caída acentuó una degradación en las cotizaciones de la deuda salvadoreña en el mercado internacional iniciada el 1 de mayo pasado, luego que la nueva Asamblea Legislativa destituyera a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general.

Los datos compilados por la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES) confirman que la emisión de bonos para 2023, que más preocupa a los inversionistas por su proximidad a vencerse, cayó 3.8 % al pasar de cotizarse a $95.37 el lunes 6 a cerrar ayer en $91.80.

Similar situación experimentó el bono para 2035, que bajó un 4.15 % al quedar con un precio de $82.86, mientras que la colocación para 2041 se redujo 4.69 % con un valor de $80.49 y la emisión con vencimiento para 2050 sufrió una pérdida de 4.30 % y cerró ayer en $77.41.

El bono con vencimiento para 2029 experimentó una mayor caída de 5.30 % y cerró con un precio de $87.71.

¿Preocupación por el bitcoin?


El sitio especializado Bloomberg destacó que a los inversionistas les preocupa más el riesgo político emergente en El Salvador que el “lanzamiento fallido” del bitcoin como moneda de curso legal, esto en referencia a las fallas técnicas que experimentó la puesta en marcha la billetera electrónica del Gobierno, Chivo Wallet.

El portal destacó que los tenedores de bonos salvadoreños se encuentran también preocupados por los retrasos en las negociaciones para un programa de $1,300 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), clave para que el país implemente un ajuste fiscal que le permita corregir el alto nivel de endeudamiento.

Ramiro Blazquez, estratega de BancTrust & Co., dijo a Bloomberg que el “riesgo es puramente político” que creció después de que la Sala de lo Constitucional validó la reelección presidencial inmediata. “Aleja aún más el acuerdo del FMI y podría intensificar el conflicto diplomático con EE. UU.”, cita el portal.

Las negociaciones con el FMI, iniciadas en marzo, se planteaban como el salvavidas para las finanzas salvadoreñas debilitadas incluso antes de la pandemia. Sin embargo, se comenzaron a retrasarse desde las destituciones de los magistrados y el Fondo fue uno de los principales organismos que advirtió de los riesgos del bitcoin.







Cuando Moody’s degradó la calificación, advirtió que El Salvador se enfrentaría a falta de financiamiento en el mercado ante el temor de los inversionistas de su capacidad de pago.

“La conclusión es que la agenda política dominante socava las relaciones diplomáticas de Estados Unidos, así como las perspectivas de un programa del FMI”, cita Bloomberg a Amherst Pierpont Securities a Siobhan Morden, directora de estrategia de renta fija para América Latina de Amherst Pierpont Securities.