Archivo AFP


El gobierno canadiense anunció el lunes nuevas medidas para proteger a la ballena franca en el Atlántico norte, una especie en peligro de extinción, luego de la muerte de seis de estos mamíferos desde principios de junio en el Golfo de San Lorenzo.

Al menos tres de estas muertes fueron atribuidas de forma preliminar a choques con barcos, dijo Marc Garneau, Ministro de Transporte de Canadá, enumerando las nuevas medidas que entrarán en vigencia el martes, y que aumentarán notablemente las restricciones de velocidad de navegación.

Los aviones de vigilancia del gobierno continúan buscando activamente otras tres ballenas francas observadas en días recientes enredadas con cuerdas.

"Los intentos de rescatar a las ballenas enredadas en redes de pesca solo se tomarán en consideración si se pueden hacer de manera segura", dijo el Ministerio de Pesca y Océanos.

Estas operaciones de rescate son "más difíciles" debido al tamaño, la fuerza y el comportamiento de las ballenas francas, sin mencionar las condiciones climáticas y el estado del mar, dijo el ministerio en un comunicado.

De acuerdo con las autoridades canadienses, solo quedan unas 400 ballenas francas en el mundo, y ante las recientes muertes, Ottawa decidió aplicar nuevas medidas de protección para la especie desde el martes.

En particular, el gobierno ampliará el área al este del golfo de San Lorenzo (noroeste de Canadá) donde los barcos no pueden navegar a más de 10 nudos (19km/h) durante los meses en que está presente la ballena franca.

Además, el límite de velocidad ahora se aplicará a cualquier embarcación de más de 13 metros, en comparación con los 20 metros anteriores.

Estas medidas se suman al reciente refuerzo del programa de vigilancia aérea de los ministerios de Transporte y de Pesca y Océanos, cuyo número combinado de vuelos sobre el Golfo ha aumentado de 7 a 24 por semana, si el clima lo permite.