Un menor costo en las verduras y las carnes redujo apenas $1.69 el precio de la canasta básica alimenticia (CBA) en la zona rural, indican los datos de la Dirección General de Estadísticas y Censos (Digestyc).

La CBA reúne los alimentos que generen la ingesta de calorías mínima necesaria para realizar un trabajo y, en el caso de El Salvador, se calcula sobre el costo diario por persona y grupos familiares de cuatro miembros, de la región urbana y rural.

La canasta alimenticia salvadoreña se compone por raciones de pan francés, tortillas, arroz, carnes, grasas y huevos, además de leche fluida, frutas, verduras y coacción (gas propano). La Digestyc es la encargada de recopilar los datos cada mes y para julio pasado reportó un precio promedio de $200.68 en la zona urbana, una reducción de 0.84 % frente los $202.37 de junio.

Esta leve reducción responde a un menor costo en las carnes de res, cerdo y aves, que se colocaron a un precio diario por persona de $0.44 en julio pasado, $0.01 menos que los $0.45 de junio.

El valor de las verduras también se redujo $0.01, al pasar de $0.21 a $0.20 en los dos últimos meses. En esta categoría se incluye el costo de las papas, cebolla, chile verde, tomate, güisquil y repollo.

El precio del pan francés se mantuvo sin cambio, al igual que la ración de tortillas, arroz, leche, huevos, verduras, frijoles, grasas (incluye aceite y mantequilla), azúcar y el costo de coacción.

En tanto, el precio de la canasta alimenticia en la zona rural experimentó una leve baja de $0.29 al pasar de $144.43 en junio pasado a $1144.14 en julio.

 

Hay más hambre en la zona rural

Una evaluación sobre seguridad alimentaria y los medios de vida, realizada por organizaciones humanitarias en 18 municipios del corredor seco, reveló que el 51 % de los residentes de la zona rural mencionó que no tuvo dinero para comprar alimentos en los últimos 30 días y un 36 % indicó que al menos uno de los miembros familiares se fue a dormir con hambre por la falta de comida.

Un 17 % mencionó que al menos un familiar pasó sin comer durante un día y una noche, precisamente por no contar con recursos suficientes para la compra de alimentos.

Ese estudio se concentró en la población afectada por la sequía de 2018, que se prolongó hasta 40 días en algunos puntos del país, y reveló que la población afectada por este evento redujo un 10 % el consumo de alimentos tubérculos (raíces, como la papa), un 13 % la adquisición de carnes y un 13 % los huevos. También se aumentó la brecha para comprar aceites y azúcar en 13 %.

 

¿Qué consumen los hogares?

 

Día normal

El estudio de las organizaciones humanitarias indicó que en un día normal, sin eventos climáticos, el 90 % de la población consume alimentos basados en cereales, legumbres, huevos, y azúcar.

 

Con hambre

Luego de la sequía de 2018, reveló el estudio, hay un 63 % de hogares sin hambre o poca incidencia de hambre, mientras que un 3 % está en situación severa y un 34 % con moderada incidencia.