La canciller, Alexandra Hill, fue citada ayer por la Comisión de Relaciones Exteriores para que explicara los alcances del acuerdo suscrito con los Estados Unidos. / DEM


La canciller salvadoreña, Alexandra Hill, defendió ayer, en la Comisión de Relaciones Exterior de la Asamblea Legislativa, el acuerdo que el Gobierno salvadoreño suscribió el 20 de septiembre con Estados Unidos y negó que el objetivo de este sea convertir a El Salvador en “un tercer país seguro” para los migrantes irregulares que llegan a territorio estadounidense.

La diplomática insistió que el acuerdo pretende dar protección a los migrantes, mejorar la seguridad en las fronteras, intercambiar de información de personas con antecedentes penales deportadas hacia El Salvador y buscar una situación migratoria permanente antes que concluya la prórroga del Estatus de Protección Temporal (TPS).

Los diputados de Arena, FMLN y PCN insistieron en que la funcionaria explicara los alcances del acuerdo, los compromisos adquiridos por El Salvador y si el documento contempla la detención en territorio salvadoreño de los centroamericanos cuyos países son parte del CA-4, a pesar de que tienen derecho a transitar por la región.

La diplomática respondió: “Nunca, nunca, el Gobierno del presidente Bukele va a hacer algo o firmar algo que dañe a nuestro país y nunca nos vamos a comprometer a hacer algo que no podamos cumplir (…), por el amor de Dios, entendámoslo bien, no somos catalogados como un país seguro”, expresó.

El diputado Gustavo Acosta, del FMLN, consultó a la canciller: “¿Cuál es el siguiente paso, jurídicamente, después del canje de notas?”.

La canciller explicó que entre el Gobierno salvadoreño y estadounidense conformarán una mesa técnica “para ver en qué estamos nosotros en capacidad de dar, de hacer”.

La diputada Marcela Villatoro, de Arena, insistió en pedir explicación de los compromisos que adquirió El Salvador con la firma del acuerdo.

“Aunque estamos pegándole duro a la inseguridad, no sabemos cuál es nuestro límite en cuanto a ofrecer condiciones seguras, dignas, con pleno respeto a los derechos humanos para otras personas de otras nacionalidades; y nosotros no nos vamos a vender por menos”, respondió la funcionaria encargada de las relaciones exteriores del país.