Medio centenar de centroamericanos, la mayoría mujeres, llegaron este martes en caravana a México en busca de familiares desaparecidos o para reencontrarse con allegados tras pasar años separados y sin comunicación alguna.

La Caravana de Madres Centroamericanas de Migrantes Desaparecidos, integrada por 45 mujeres y cinco hombres de Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala, ingresó a México por el estado de Chiapas, fronterizo con Guatemala.

Por la noche, en Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, las hermanas Claudia Joaquina y Socorro Jaqueline Valladares, nativas del departamento de Francisco Morazán, en Honduras, se reencontraron después de 15 años de no verse.

Socorro Jaqueline salió de Honduras para darle una mejor vida a su hija de tres años, pero ya no volvió a comunicarse con su familia porque en su país cambiaron los códigos de los teléfonos. "Cuando yo marcaba me decía que el teléfono que marcaba había sido cambiado", relató.

"Siento mucha alegría, mucha emoción volver a ver a mi hermana de quien no sabía nada desde hace mucho tiempo", dijo por su parte Claudia.

Rubén Figueroa, del Movimiento Migrante Centroamericano y uno de los promotores de la caravana, explicó que la localización de Socorro Jaqueline se logró luego de una larga búsqueda en varios municipios de Chiapas, siguiendo pistas de las personas que la habían visto y que le dieron trabajo.

Socorro Jaqueline piensa volver a su país a finales del año para ver a toda su familia, pero principalmente a su madre, quien no pudo viajar en la caravana por motivos de salud, y a su hija, que está por cumplir los 18 años.

Figueroa comentó que este es el primer reencuentro que ocurre durante el recorrido de la caravana. El grupo viajará el miércoles a Veracruz, donde se prevén dos reencuentros más, y un cuarto tendrá lugar en el norteño estado de Nuevo Léon.

Esta caravana en busca de centroamericanos desaparecidos en su recorrido por México se realiza desde hace 15 años y se han localizado a poco más de 300 personas cuyo paradero era desconocido por sus familiares.

Cientos de miles de centroamericanos que escapan de la violencia y la pobreza en sus países recorren anualmente México en su intento por llegar a Estados Unidos.

En el recorrido son blanco de extorsiones, agresiones y víctimas del crimen organizado. En octubre de 2018 familias enteras de centroamericanos empezaron a migrar en multitudinarias caravanas como una forma de protección.

Sin embargo, esta inédita oleada migratoria desató una dura reacción de Estados Unidos, lo que llevó a México a desplegar a miles de militares para controlar el tráfico irregular de migrantes.