La inversión de los $18.5 millones que costaría la nueva planta se encuentra contemplada en el anteproyecto del Presupuesto General de la Nación de 2020. De recibir la aprobación de la Asamblea Legislativa, que debe estar antes que finalice 2019, la CEL iniciará el proceso de licitación para contratar la empresa encargada de la construcción, confirmó Daniel Álvarez, presidente de la estatal.
“Ya hablar de El Chaparral (en estudio para determinar la viabilidad de detenerlo) como que es algo complicado”, indicó el funcionario, ahora “es mejor que hablemos de lo nuevo que viene”, sumó.
La autónoma prepara la documentación para sacar en 2020 el concurso de construcción de la planta fotovoltaica en Usulután, donde “tenemos mucha tierra que se puede utilizar para este tipo de tecnología”. “Vendrá a bajar el costo de la energía eléctrica, es energía buena y esperamos que a inicio del otro año ya estemos poniendo la primera piedra”, agregó.
Álvarez descartó que la energía generada en la nueva planta se destine para autoconsumo y aseguró que “estamos trabajando para que se inyecte a la matriz energética” a través de la red de distribución nacional, misma que sirve a los consumidores.
Los datos del Consejo Nacional de Energía (CNE) indican que al cierre de 2018 en el país se contaban con 94 MW de energía solar fotovoltaica y apenas representaban el 5 % de los 1,897.6 MW de la capacidad nacional.
Entre los proyectos solares fotovoltaicos que destacaban, a finales de 2018, estaba la planta Antares con una capacidad instalada de 60 MW y La Trinidad, con 34 MW. Este 2019 se incorporaron los 100 MW de las 10 centrales solares de Bósforo, proyecto desarrollado por AES El Salvador y la Corporación Multi Inversiones (CMI).
De igual forma, se tenía previsto que iniciarán operaciones dos plantas solares de Capella Solar, una sociedad francesa y salvadoreña. De esa forma, los 94 MW reportados en 2018 pasarían a 294 MW para el cierre de este año.
Nuevas tecnologías
El anteproyecto del presupuesto de CEL también contempla la inversión de $2.25 millones para la construcción del parque eólico en Metapán, Santa Ana, con una capacidad instalada de 40 megavatios. Hasta el momento, la matriz energética salvadoreña no cuenta con esta tecnología y el primer proyecto lo lidera la empresa Ventus, por una capacidad de 170 MW y quien prevé que iniciar en suministrar energía eólica en el último trimestre de 2020.
LaGeo, empresa subsidiaria de CEL, también se encuentra evaluando desarrollar dos nuevos campos para la generación geotérmica por 80 megavatios en sus campos de San Vicente y Chinameca. Estos proyectos los avanza con un préstamo solicitado al Banco Mundial por $232 millones.
