La CEPAL advirtió que las medidas de contención y cuarentena profundizan la precariedad de los más pobres y las trabajadoras domésticas. / DEM


Los estragos que ha ocasionado el brote del COVID-19 es el inicio de una profunda recesión advirtió la Comisión Económica de para América Latina y el Caribe (CEPAL), quien prevé que la pandemia mundial dispare en 35 % el número de personas que viven bajo el umbral de pobreza en la región latinoamericana.

“Estamos ante el principio de una profunda recesión. Estamos ante la caída del crecimiento más fuerte que ha tenido la región”, indicó Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo técnico de las Naciones Unidas, con sede en Santiago, Chile.

Sin precisar cuál sería el escenarios para cada país, la agencia de Naciones Unidas prevé que América Latina y el Caribe experimente una caída del Producto Interno Bruto (PIB) regional de 1.8 % a 4 %. Señaló que el COVID-19 llega “en un contexto adverso” frente a un dinamismo decreciente de la economía que en 2019 fue de 0.1 %.

Antes de la pandemia, la CEPAL estimó un crecimiento para la región de 1.3 % para 2020. Si bien el golpe económico dependerá de los planes de incentivos y medidas preventivas que tome cada país, el organismo estima que la crisis sanitaria deje una recesión de 1.8 % para este año con escenarios más delicados que podrían llegar a una contracción entre el 3 % y 4 %.

“El mundo se enfrenta a una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes en el último siglo, en un contexto económico ya adverso. A diferencia de 2008, esta no es una crisis financiera sino de personas, de salud y bienestar. En una situación de economía de guerra es indispensable el rol del Estado y no del mercado”, indicó la CEPAL en su informe.

La contracción del 1.8 % considera solo los efectos en América Latina de la caída de actividad económica de China, el principal socio comercial de la región, pero si se suma el desplome de los países que integran la Unión Europea, Estados Unidos y latinoamericanos, el impacto será mucho mayor, en un rango de 3% a 4% de contracción de la actividad.

El valor de las exportaciones de la región caerá por lo menos en 10.7 % en 2020, debido a la disminución de los precios y a la contracción en la demanda global, mientras que las medidas de contención tendrán costos en la producción equivalentes hasta un 67 % del PIB regional.