El peor estallido social desde el retorno de la democracia en Chile se intensificó ayer con violentos enfrentamientos y saqueos que dejaban tres muertos durante la madrugada, cinco en el incendio de una fábrica y casi 1.500 detenidos.

Ante la virulencia de las manifestaciones y saqueos, las autoridades decretaron por segundo día un toque de queda, en medio del “estado de emergencia” que rige para cinco regiones del país.

“Estén en calma y estén todos en sus casas”, instó al anunciar la medida el general Javier Iturriaga, jefe militar a cargo de la seguridad tras la instauración del estado de emergencia tras el inicio de las protestas el viernes.

Las manifestaciones, disparadas por el aumento del precio del pasaje del metro -medida que el gobierno luego revirtió- eran inimaginables hasta hace solo algunos días, cuando el mismo presidente Sebastián Piñera se refería a su país como un “oasis” de estabilidad.



En ese contexto, los tres poderes del Estado buscaron dar una señal de unidad tras un encuentro ayer entre sus máximos exponentes en el palacio presidencial de La Moneda.

“La democracia no solamente tiene el derecho, tiene la obligación de defenderse usando todos los instrumentos que entrega la propia democracia y el estado de derecho para combatir a aquellos que quieren destruirla”, dijo Piñera.

Manifestantes encapuchados se enfrentaron con efectivos policiales en la céntrica Plaza Italia de Santiago, fuertemente resguardada en una nueva jornada de rabia callejera que no cesa y refleja un extendido malestar social.

Mientras, los saqueos al comercio se extendían por varios puntos de la ciudad. Pese a que los grandes supermercados permanecían cerrados, grupos de personas forzaban los accesos e ingresaban violentamente, arrasando todo a su paso. Iguales situaciones se repetían en varias regiones.



La Policía y los militares intentaban repeler los saqueos, pero por momentos parecían desbordados.

Cinco personas murieron ayer tras el incendio de una fábrica de ropa en la comuna de Renca, en el norte de Santiago, que ardió tras ser saqueada.

“Lamentable, se han encontrado cinco cuerpos al interior de la fábrica producto de este incendio”, relató el comandante del Cuerpo de Bomberos de Santiago, Diego Velásquez. De esta forma, suman al menos ocho los fallecidos en estas revueltas sociales.