La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció este jueves en su informe sobre Honduras "niveles críticos de impunidad" y el comisionado de la organización para el país señaló que debe "avanzar en una auténtica separación de poderes".

"Honduras enfrenta niveles críticos de impunidad y una atención inadecuada e insuficiente a las víctimas", indicó el informe de este ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) que visitó el país entre el 30 de julio y el 3 de agosto para valorar, además de los derechos humanos, la libertad de expresión, la seguridad y la situación de los migrantes.

Joel Hernández, comisionado para Honduras de la CIDH, señaló a la AFP que otro reto es "avanzar en una separación auténtica de poderes".

La comisión denunció que organizaciones de la sociedad civil le informaron sobre una supuesta "justicia selectiva", tardía y que actúa favoreciendo los intereses de diversos actores ligados al poder público, político y empresarial.

Con respecto a la seguridad, la CIDH indicó que el Estado reconoció que en la última década llegó a ser uno de los más peligrosos del mundo y que un "factor generador de la violencia está constituido por el tráfico de drogas y el crimen organizado", los cuales se han infiltrado en varias instituciones.

Según los últimos datos del informe, el país cerró 2018 con una tasa de 40 homicidios cada 100.000 habitantes, una mejora desde la cota de 86,5/100.000 que registró en 2011.

Con respecto a la situación de los migrantes, el informe cita datos del Instituto Nacional de Migración (INM) que van de 2017 hasta el 31 de julio de 2018, cuando se registraron en el país 2.277 migrantes irregulares, la mayoría de origen cubano. También reportó un aumento de la llegada de nicaragüenses, tras la ola de protestas.

"Como país de tránsito en los últimos meses hemos tenido una considerable cantidad de ciudadanos venezolanos, nicaragüenses, cubanos y africanos", dijo a la AFP el embajador interino ante la OEA, Luis Cordero.

En momentos en que Honduras acaba de firmar un acuerdo migratorio con Estados Unidos, el diplomático señaló que "es complicado" albergar a ciudadanos de otros países porque "representa una carga financiera muy importante".

Es "parte de los convenios que debemos seguir desarrollando con el gobierno de Estados Unidos", concluyó.