Calcular cuánto descansas realmente cada noche, si hablas o te mueves mientras duermes, cuándo es tu sueño ligero o profundo, si roncas, si los ruidos te alteran, ¿cuál es el momento idóneo para despertarte?

La calidad del sueño depende de tantas cosas que puedes medir hoy en día gracias a las nuevas tecnologías que resulta difícil pensar que, aún así, uno pueda descansar mal. Sin embargo, ocurre que analizar todos estos parámetros puede perjudicar tu sueño.

A esto, los especialistas llaman "ortosomnia", un término que proviene de "orto" -del griego orthos, que significa correcto- y "somnia", sueño.

Según se lee en un estudio publicado en el Journal of Clinical Sleep Medicine, una revista mensual de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (AASM, por sus siglas en inglés), algunas personas "están llevando la "autocuantificación" (de los parámetros para dormir bien) demasiado lejos".

Pero, ¿cómo puede perjudicar la búsqueda del sueño perfecto a tu propio descanso?

En el informe Nancy Jao, Rebecca Mullen y otras tres especialistas de la Northwestern University explican que utilizar dispositivos de seguimiento del sueño, que se esta volviendo una forma de monitorear los padrones de sueño, afectan el descanso total o necesario en una persona.

Un adulto debería dormir al menos siete horas, pero pocos cumplen la pauta, y cada vez son más quienes usan la tecnología para tratar de lograrlo.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que la falta de descanso es un problema global, por eso cada vez se le da más importancia en la salud pública.

Pero a eso se suma que la mayoría de quienes padecen problemas de sueño no buscan ayuda profesional.

La falta de sueño puede convertirse en un problema grave para la salud, pero obsesionarse con lograr el descanso perfecto puede ser una fuente de estrés. Por eso los médicos del sueño prefieren recetar cambios de rutinas que aplicaciones.