Desde hace algunas semanas o meses muchos vecinos de San Jacinto, el más grande y mayormente poblado barrio de San Salvador, han estado reportando continuos hechos delincuenciales a toda hora del día. Desde sujetos que se conducen en motocicletas y vehículos hasta rateros y pandilleros que a pie cometen sus fechorías contra ciudadanos y negocios.

Por fin el sábado pasado algunas calles y avenidas de San Jacinto tuvieron presencia masiva de policías y soldados. La Policía Nacional Civil (PNC) anunció en sus redes sociales que desde ese día y como respuesta inmediata y obedeciendo órdenes del presidente Nayib Bukele, iban a desplegar a 130 policías.

Vaya forma de alertar a los hampones y de decirles que se vayan para otra zona a operar. En primer lugar no es una respuesta inmediata, pues desde hace meses los delincuentes están operando casi con total impunidad en el barrio San Jacinto. Los vecinos de la colonia América. Militar, Santa Marta, Santa Clara y otras más casi a diario reportan asaltos. En segundo lugar no hay que esperar una orden presidencial para enfrentar a la delincuencia, pues si el presidente se enferma o sale del país o simplemente no da la orden, la PNC no puede quedarse con los brazos cruzados.

Lo que es más grave es que antes de hacer el despliegue policial, el hecho fue anunciado por las redes sociales, de tal manera que los delincuentes se enteraron y por lógica se guardaron de cometer delitos en la zona y probablemente se fueron a otros barrios. Siempre he dicho que los delincuentes son malos y despiadados, pero no pendejos o estúpidos. Seguramente los pandilleros y delincuentes comunes están conectados a redes sociales y siguen las publicaciones de la PNC.

Esto me recuerda cuando un militar y exministro de seguridad en los tiempos del expresidente Salvador Sánchez Cerén afirmaba que todo estaba controlado en materia de seguridad pública y que los delitos habían bajado, aún en las unidades del transporte colectivo. Para demostrarlo convocó a los periodistas y se subió de civil a varias buses y microbuses acompañado de guardaespaldas armados hasta los dientes. Por muy malos que fueron los delincuentes jamás iban a ser tan tontos e idiotas para asaltar al entonces ministro. Iban a quedar en cámara e iban a ser abatidos (o capturados) por la seguridad personal del funcionario. Mientras este ministro hacia su show en el centro de la capital, los delincuentes estaban asaltando en otras zonas.

La seguridad no es un juego mediático, ni un show, mucho menos una táctica/estrategia propagandística. La seguridad pública es un derecho fundamental y es obligación constitucional del Estado garantizarla. El Ministerio de Seguridad y la PNC, en este caso, son los responsables de desarrollar las estrategias para garantizarla.

Hay cosas que tradicionalmente se hacen desde siempre y que obviamente están mal. Por ejemplo, cuando la PNC acude a un sitio para atender la presencia de delincuentes lo hacen con la sirena abierta aunque no haya tráfico que los obstaculice. Esto alerta a los sospechosos que se dan a la fuga y la PNC para no quedar burlada arresta a cualquiera sin pruebas, por lo que luego son puestos en libertad. Algo parecido ocurre cuando una persona denuncia en el Sistema 911, a veces le piden datos particulares y cuando acuden lo delatan con las personas denunciadas. En cierta ocasión denuncié a la sirvienta de unos vecinos porque maltrataba con saña a un niño mientras los padres estaban trabajando y cuando llegó la patrulla policial uno de los agentes le dijo a la mujer quien había hecho la “denuncia anónima”.

Me parece que el Ministerio de Seguridad y la PNC deben cambiar su estrategia operacional. Actuar de inmediato y de sorpresa y después hacer toda la difusión publicitaria sin caer en propaganda. Igual deben cambiar en puntos sensibles, por ejemplo con las personas desaparecidas. En estos casos por qué los familiares de los desaparecidos deben esperar 24 horas para reportarlos, ese es tiempo suficiente para que los delincuentes maten y entierren clandestinamente a sus víctimas. La Policía debe actuar con la celeridad necesaria para salvar vidas.

La PNC no es instrumento de manejo propagandístico. Deben actuar de inmediato con tácticas y estrategias que le permitan un efectivo resultado contra la delincuencia. Actuar de inmediato y publicitarse luego, debe ser su filosofía. Es una forma de ganarse la confianza ciudadana.