Dos sonados casos de feminicidios han recibido ejemplares condenas en los últimos días, mostrando un compromiso del Órgano Judicial y de la Fiscalía General de la República en la persecución de estos crímenes que tanto han estremecido a la sociedad salvadoreña.

Hace unos días, la Fiscalía logró la condena del asesino de la periodista, Karla Turcios. Mario Huezo fue condenado a 50 años de prisión. Pero en este caso también han quedado dolorosas secuelas sobre su hijo y los padres de la joven comunicadora.

Ayer conocíamos también la condena a 50 años de prisión a Henry Alberto Salazar Burgos, por el feminicidio agravado de su novia, Lilian Beatriz Méndez Ramírez, quien tenía ocho meses de embarazo cuando cometió el crimen.

En ambos casos, la Fiscalía ha mostrado abundante prueba documental, testimonial y técnica, que permitió lograr los máximos castigos contra estos sujetos.

La violencia contra la mujer debe ser castigada con todo el peso de la ley, es una plaga que debe erradicarse porque la vemos multiplicada en sus diversas formas diariamente. El delito de expresiones de violencia contra las mujeres es el de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer, con más casos abiertos en el Ministerio Público. Este es el primer paso de la violencia que eventualmente puede llegar hasta el extremo del feminicidio. Nuestra sociedad debe educarse para prevenir, evitar y castigar esos hechos.