Monseñor José Luis Escobar pidió medidas integrales para atajar el éxodo de salvadoreños./ Wilson Urbina


La Conferencia Episcopal de El Salvador se mostró ayer preocupada por la situación migratoria de miles de salvadoreños en Estados Unidos y el peligro que enfrentan de ser deportados, así como las condiciones deplorables de los compatriotas detenidos en la frontera sur de ese país.

El arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, trasladó ayer la postura de la Conferencia Episcopal durante su habitual conferencia de prensa dominical.

“Nos preocupa la gravísima situación que viven actualmente cientos de miles de compatriotas en los Estados Unidos. Pensamos, en primer lugar, en los que están en peligro de ser expulsados y los que se encuentran en la frontera de ese país en condiciones deplorables”, dice parte del comunicado emitido por la conferencia nacional de obispos.

Escobar Alas, manifestó que el Estado debe diseñar políticas enfocadas para resolver la crisis migratoria, así como políticas de protección y defensa de los derechos de quienes migran, porque es injusto que se les criminalice.

El arzobispo instó a no convertir a El Salvador en un país que persigue a los migrantes y se les bloquee el paso por el territorio nacional, como lo hizo el Gobierno anterior.

Para la iglesia católica, el problema migratorio debe atacarse desde el fondo y enfocarse en las causas que lo generan, específicamente la violencia y la pobreza.

La postura de la Conferencia Episcopal concidió con la visita a El Salvador, del secretario de Estado de de EE.UU., Mike Pompeo, la cual debe traer beneficios para la población, dijo Escobar Alas.

Agregó que debe apoyarse al Gobierno con su plan de seguridad.