El índice de confianza empresarial reportó en julio pasado su nivel más alto de la última década, reveló una encuesta realizada por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El nuevo Gobierno tomó las riendas del Ejecutivo, en junio pasado, en un contexto mundial que se conduce a una posible recesión económica por el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, reflejado ya en El Salvador en un menor crecimiento en las exportaciones en los primeros siete meses así como un menor dinamismo de las remesas y la inversión extranjera. Pese a eso, la confianza de los empresarios aumentó en los dos últimos meses.

Fusades elabora cada mes el índice de confianza empresarial (ICE), una encuesta que indaga la opinión de los empresarios sobre el desempeño económico actual y sus expectativas a futuro. Este indicador también mide el nivel de ventas de las empresas, el entorno de negocios, el volumen de inversión y las condiciones esperadas.

Los resultados a julio revelaron que “los empresarios están percibiendo una mejora en el clima de negocios” con un repunte del índice de confianza a un valor de 130.8 puntos, el nivel más alto de los últimos dos gobiernos al frente del Ejecutivo. Si se considera la serie histórica de la encuesta, el dato arrojado es el segundo más importante desde 2005, solo superado por diciembre de 2006.

Fusades detalló que el índice en junio de 2009, cuando llegó a Presidencia el exmandatario Mauricio Funes, se colocó en 119.4 y cayó a 106.5 puntos un mes después. En tanto, a la llegada de Salvador Sánchez Cerén a la Presidencia, los empresarios manifestaron un nivel de confianza en 118.9 puntos para junio y disminuyó a 112.2 en julio.

El mejoramiento en la confianza empresarial responde al “giro de políticas públicas del nuevo Gobierno hacia un mayor diálogo con el sector privado, el combate a la delincuencia y las señales para enrumbar el país”, sumó Fusades.

El tanque de pensamiento elabora el ICE considerando la percepción de las condiciones económicas actuales y, según reveló el resultado de la encuesta, los empresarios ven un mejoramiento en la economía, al crecer 30.4 puntos de la nota en 100.2 reportada en junio a 130.6 en julio.

El índice del volumen de inversiones, en tanto, también mostró una mejora en junio a 146.8 puntos, ya para julio perdió 31.1 puntos y se colocó en 115.7.

Fusades señaló que “la mejora de la confianza empresarial es un signo muy favorable, comparado con el largo período de bajo desempeño que se observó en un contexto de limitado crecimiento, menor inversión e insuficiente generación de empleo formal. El reto es que permanezca por un largo período y no sea transitoria”.

Para mantener el dinamismo económico, consideró, es importante diseñar e implementar políticas para eliminar los trámites innecesarios, reducir los costos logísticos de movilidad de las personas y mercancías, así como un menor precio de la energía eléctrica.

También es necesario “enfocar” una agenda digital en comercio electrónico, uso de las tecnologías de quinta generación y aumento de la cobertura de servicios móviles, en línea con la formación de capital humano en la cuarta revolución industrial.