Grandes inversionistas que dejarán la República Popular de China para sortear los aranceles impuestos por el gobierno de Estados Unidos, representan “una oportunidad de oro” para Centroamérica y El Salvador, de acuerdo con la experta en comercio internacional de la firma STR Trade, Nicole Bivens.

La especialista estadounidense visitó el país para participar en un foro desarrollado por la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), junto con la Cámara de la Industria Textil, Confección y Zonas Francas de El Salvador (Camtex).

Para Bivens, las implicaciones de la política comercial del presidente Donald Trump podrían influir de manera positiva en la región, si los países logran aprovechar sus ventajas competitivas.

“Ahora mismo hay una oportunidad de oro para Centroamérica y El Salvador por los aranceles que Estados Unidos impone a China”, aseguró.

En los últimos meses, la administración Trump no solo ha gravado las exportaciones chinas, sino que ha revocado el Sistema de Preferencias Generalizadas (SPG) a los países de la Unión Europea, y amenaza a otros países como India, México, Vietnam y Turquía.

Los competidores más férreos en el mercado estadounidense, principal receptor de las exportaciones de maquila salvadoreñas, son China, Vietnam, y cada vez en menor grado, Bangladesh y la India.

“Las compañías se están moviendo de China pero sin salir de Asia. Entonces, la idea es cómo hacer que se muevan a Centroamérica y no a Indonesia, Cambodia, Myanmar, o Tailandia”, que son los países que están despuntando por su producción textil, afirmó Bivens.

 

Áreas de trabajo

La mayor ventaja competitiva de Centroamérica, según la experta, es su proximidad con Estados Unidos, con quien además mantiene un Tratado de Libre Comercio (Cafta, por su sigla en inglés).

No obstante, para aprovechar la oportunidad que presenta la guerra comercial con China, El Salvador debe reducir la burocracia en sus aduanas, desarrollar su infraestructura logística, respetar el Estado de derecho, y facilitar el comercio manteniendo un diálogo constante con inversionistas y el sector privado en general, explicó.

“También hay un problema en la percepción de seguridad. (...) Este nuevo Gobierno tiene la oportunidad de cambiar la percepción de los inversionistas, y si impulsa los cambios necesarios para hacer el país más atractivo, puede lograrse el éxito”, agregó.

Patricia Figueroa, directora ejecutiva de Camtex, aseguró que el sector crece de forma moderada, y señaló que “empresas grandes, nuevos nichos que lleguen a enriquecer la cadena del sector textil, no han venido (a El Salvador)” desde 2009.