La Asamblea Nacional ecuatoriana votó el martes en contra de la despenalización del aborto para todos los casos de violación, incluida la incestuosa, y por malformación del feto.

Un informe de la comisión parlamentaria de Justicia, que mocionó la despenalización del aborto, captó 65 votos a favor cuando requería 70 para ser aprobada.

El código penal en vigencia desde 2014 establece que la mujer que se cause un aborto o permita que otra persona se lo haga será sancionada con cárcel de seis meses a dos años.

Si durante el procedimiento la madre muere, quien lo realizó será penado con hasta 16 años de prisión.

Tras la votación se desataron protestas de activistas a favor del aborto en las afueras de la Asamblea Nacional.

Los manifestantes, algunos de los cuales lloraron, lanzaron antorchas contra la sede del Legislativo e intentaron derribar algunas vallas metálicas con que la Policía resguardaba el edificio. Los uniformados los dispersaron arrojando gas pimienta, constató la AFP.

Un grupo de 59 asambleístas se opuso a la interrupción del embarazo y seis legisladores se abstuvieron de sufragar. La votación se mantuvo al no pasar un pedido de reconsideración.

La actual legislación de Ecuador, un país conservador y con 80% de población católica, permite el aborto solo cuando la vida o salud de la madre está en riesgo o si el embarazo es producto de una violación a una mujer con discapacidad mental.

La propuesta de la comisión de Justicia también contemplaba el aborto sin pena para los casos de embarazo por inseminación no consentida, en los que ahora hay castigos de hasta diez años de prisión para la persona autora de la inseminación.

Colectivos feministas promueven la despenalización del aborto al sostener que cada año unas 2.500 adolescentes dan a luz en el país producto de ataques sexuales.

Toda relación íntima con menores de 14 años es considerada una violación, según la ley ecuatoriana.

Activistas que impulsan el "aborto libre" levantaron rótulos con proclamas como "Niñas, no madres" y "saquen sus rosarios de nuestros ovarios".

Partidarios de sectores de ultraderecha rechazaron la despenalización de la interrupción del embarazo. "Aborto: la nueva matanza de los inocentes", era una de las leyendas de carteles con los que se manifestaron también fuera del Legislativo.

Algunas religiosas expresaron su oposición con pancartas en las que se leía "Si Dios me da la vida ¿por qué tú me la quitas?".

Al igual que contra el aborto, la Iglesia católica y grupos evangélicos ya se opusieron al matrimonio entre personas del mismo sexo aprobado en julio de este año en Ecuador.