El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia (Conna) reveló que entre 2012 y 2016 hubo 2,400 niños, niñas y adolescentes asesinados por las pandillas MS-13 y barrio 18; los datos fueron revelados en el informe La niñez y la adolescencia en la encrucijada.

El Conna señala que los homicidios por violencia común de niños, niñas y adolescentes en el país, en esos cinco años, representan un promedio de 11.4 %, y son proporcionales a los homicidios de adultos ocurridos.

En 2012, el Conna registró el homicidio de 281 menores, mientras que en 2013 fueron 292 los niños que perdieron la vida por las maras; en 2014, el Consejo registró 431 muertes de niños, niñas y adolescentes.

El año 2015 reportaron 731 niños muertos en manos de las pandillas y en 2016 se cometieron 665.

“En el último quinquenio, cada vez más niños y niñas son impactados por la barbarie de esta violencia tan cotidiana, que representa una forma de vida, de enfrentar las diferencias, de ganar poder y reconocimiento social”, dice el informe elaborado por Educo junto a Ayuda en Acción, Fusalmo y el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo Integral de la Niñez y la Adolescencia (Isna).

Por su parte, Alicia Avilés, directora de fundación Educo, en El Salvador, afirmó que el tema de violencia se encontró en los grupos focales en los que se tomó la muestra de este informe.

“Dar una respuesta integral debe ser una prioridad del Estado, la violencia aparece en todos los grupos de enfoque del estudio, la violencia está causando deserción escolar”, dijo Avilés.

Según explicó la directora de Educo, “las únicas opciones” que las familias tienen para proteger a los niños es “emigrar a otro país”, “emigrar a otras comunidades donde no sufrirá violencia” o “convertirse en ninis por miedo a ser víctimas de violencia”.

 

Desplazamiento

El mismo informe dice que la Red de Organizaciones de la Sociedad Civil registraron 675 niños y adolescentes, víctimas de desplazamiento forzado interno por causa de la violencia, en 2016.

El 71. 6 % son niños entre 0 y 11 años de edad.

Reproducir patrones culturales, adolescentes que sufren violencia y que se considere natural, y la poca capacidad del estado para la protección de derechos de la niñez, son las principales brechas que revela el estudio, con el fin de que el país tome acciones inmediatas.