El cordón sanitario que se ha implementado en torno a la ciudad capital, es otra medida que se suma a la estrategia de contención estatal, ante la amenaza de nuevos contagios por el coronavirus.

La medida, que garantiza movilidad de las personas para garantizar su subsistencia y la realización de trámites imprescindibles en medio de la cuarentena, también logra despejar el sector de 400 manzanas que en plena capital, constituye la zona de mayor concentración humana en el país.

Por ser la sede de las principales oficinas gubernamentales, de los más grandes centros de abastos e incluso de espacios de socialización como plazas, parques y zonas peatonales, el centro de San Salvador debe mantenerse despejado y seguro.

Esta medida de contención nos beneficia a todas las personas, permite a la autoridad municipal una mejor coordinación con las autoridades del ejecutivo y mejora la calidad del aire en el país. Colaborar con estas medidas y mantenerse lejos de concentraciones y aglomeraciones de personas y vehículos, es una obligación ciudadana que facilitará el retorno a la normalidad cotidiana.

Pero como bien previno ayer el fiscal general, los alcaldes deben tomar medidas de contención sin afectar libertades como ocurrió en otras municipalidades con los toques de queda ilegales.