Al hacer un recuento del golpe de Estado en El Salvador del 15 de octubre de 1979, hace exactamente 40 años, Rodrigo Guerra y Guerra trae a cuenta el ambiente favorable a los cambios que inspiró a sus participantes: “El proceso de reformas que soñamos en 1974 y 1975 se veía posible porque contábamos con aliados militares…pero se trataba de un binomio profesional-militar de primer nivel…un binomio de éxito”.

 

Pero había otras causas que justificaron el golpe...

La corrupción policial también fue un detonante para esta iniciativa, las fuerzas de seguridad se involucraron en secuestros y asaltos. Las élites perdieron su estatus real... de respetabilidad, solo mantuvieron su riqueza y la posición acomodaticia de la izquierda también propició la actitud anterior, por eso, desplazaron a sus intelectuales, prevaleciendo los pistoleros…

 

En su libro comenta que el reacomodo militar desplazó a los oficiales más progresistas, imponiéndose en posiciones estratégicas oficiales comprometidos con la represión. ¿Cómo podía ser de otra manera si la Proclama no incluía un plan de depuración?

 

No teníamos un verdadero plan de depuración porque la intención era tener incidencia directa en el gobierno. El teniente coronel René Guerra debía asumir su puesto en la Junta Revolucionaria de Gobierno…al no suceder esto, Abdul Gutiérrez maniobra en favor de los grupos tradicionales…

 

La reforma agraria que implementó la segunda Junta Revolucionaria de Gobierno fue quizá la medida más polémica inspirada en la Proclama de la juventud militar y se cuestiona hasta la fecha su efectividad. ¿Por qué se procedió de esta manera?

 

La reforma agraria que se quería implementar estaba inspirada en la experiencia de países modernos como Taiwán o Israel, no era una expropiación de las tierras dedicadas a la agroindustria. El plan económico que acompañaba nuestra Proclama hacía referencia a la necesidad de redistribuir las tierras ociosas del Estado que se calculaban en más de 10,000 manzanas de terreno. Éstas se destinarían a una primera experiencia de reforma agraria, a un “plan piloto”, digamos. Esto requería un plan progresivo para no alentar el fantasma del anticomunismo, lo que al final ocurrió.

 

En la Proclama hicieron referencia al “capital privado con proyección social”.

 

En efecto, había conciencia de que existía un sector responsable en la empresa privada, pero también se calculaba el “capital fugado” en una cantidad de mil a dos mil millones de dólares… Se quería crear oportunidades para el desarrollo, no expropiarlos, sino que brindar oportunidades para que estos capitales fueran invertidos internamente.

 

Finalmente, ¿cuál fue la razón de fondo para que renunciara apenas dos meses o poco más esta primera Junta Revolucionaria de Gobierno?

 

La renuncia de la primera Junta…El asunto medular era la demanda por separar a los militares comprometidos con la represión: Guillermo García, Abdul Gutiérrez… pero fueron capaces de posicionarse e imponer a su gente de confianza desplazando a los oficiales más comprometidos con el contenido de la Proclama. Por la represión es que gente como Ricardo Álvarez Córdova (ministro de Agricultura) que había ingresado casi a la fuerza al nuevo Gobierno, termina por articular a su alrededor la renuncia masiva de los funcionarios descontentos…esto se hizo público y puso fin al movimiento de octubre.