El Salvador, tiene una serie de problemas que lo mantienen en el subdesarrollo, entre ellos esta la corrupción sistemática, enquistada por décadas en cada una de las estructuras del Estado, lo cual detienen el crecimiento económico percápita, dado que los recursos que debieran de invertirse en salud, desarrollo comunal, viviendas, educación y generación de empleos y oportunidades mediante el mejoramiento al clima de inversión, índices de competitividad y atracción de inversión extranjera, esta siendo drenada por algunos malos salvadoreños que arriban al poder ofreciendo cambios a favor del pueblo.

Sin embargo, esos anhelados cambios que beneficien a las mayorías olvidadas, nunca llegan, excepto por el estilo de vida de ciertos funcionarios públicos, en la que se les ve de paseo en yates de lujo, casas de playas y de verano, son tan enormes los beneficios que reciben de parte del erario público, que se dan el lujo de comprar viviendas en zonas exclusivas de medio millón de dólares, que dicho sea, le costaría 105 años a un salvadoreño pagarla, si su salario ronda los $400 mensuales y si no hace otro gasto adicional, ciertamente en un país tan pobre, es una vergüenza que un funcionario publico haga alarde en las redes sociales de sus bienes, luciendo indumentaria, joyería y relojería de reconocidas marcas internacionales, que únicamente personas con altos ingresos mensuales podrían adquirir, pero lo mas sorprendente es que suben fotografías al ciber espacio, con vehículos inalcanzables como Ferrari, BMW y camionetas todo terreno.

No estoy diciendo que darse esos lujos sea un pecado, que bien por aquellos salvadoreños que se han superado y en base al esfuerzo académico, al comercio o cualquier emprendimiento, han alcanzado paulatinamente un estilo de vida que les permite tener comodidades que otros ciudadanos no tienen. Lo que trato de decir es que no es posible que un funcionario publico, pueda adquirir propiedades, comprar indumentaria tan ostentosa, ni adquirir un Ferrari, en tan solo dos años de servicio al Estado, no cabe duda que algo no están hacienda bien en la administración publica, para darse un estilo de vida reservado para las personas que nacieron con esos beneficios o los esforzados en actividades licitas, de ahí surge la importancia de demandar de los funcionarios públicos transparencia y rendición de cuentas, lo que no supone de ninguna manera estar en contra de los que detentan el poder, sino a favor de cerrar la brecha a la corrupción.

Ya que si el dinero publico se administra sabiamente y con honestidad, sin robárselo, indudablemente alcanzará, pero como ha ocurrido todo lo contrario, se ha dejado de hacer lo mas importante que es invertirlo en el capital humano, tal como lo hicieron países como Singapur y Finlandia, que le apostaron el mejor sistema educativa del mundo, trabajando con los niños desde la primera infancia, inyectándoles; carácter, valores, innovación, tecnología y tenacidad para que desarrollen lo mejor de sus talentos, décadas después vemos que esos niños, ahora convertidos en ciudadanos aportan la mayor riqueza para sus respectivos países.

Ciertamente estamos en la era del conocimiento, es decir en una sociedad que debería estar bien educada e informada, y que en basa al buen sistema educativo, sus ciudadanos, impulsen la innovación, el espíritu empresarial y la inventiva para crear de la nada, lo cual conduciría a las transformaciones sociales que permite un mejor estilo de vida percápita, no obstante ciertos políticos por décadas se apropiaron y se continúan apropiando de los bienes públicos, lo cual ha imposibilitado crear un sistema educativo que enarbole los talentos por encima de la memoria, dándole paso a las inteligencias múltiples.

Sueño con apostarle a una educación integral, por encima del vaso de leche, los uniformes, y una computadora, hay prioridades educativas que no pueden posponerse, ya que no sirve de mucho que los niños lleguen bien vestidos o con una computadora, sin tener una buena infraestructura e implementos educativos que les permita tener la comodidad de una buena clase, o darles la mejor experiencia en el aula con profesores comprometidos con las nuevos métodos educativos que ensene a los niños y niñas a desarrollar sus talentos y que aprendan a crear de la nada, aun hay tiempo de corregir.