La Corte Suprema de Estados Unidos anunció el lunes que examinará en los próximos meses si los homosexuales y las personas transgénero están protegidos por la ley federal que prohíbe la discriminación en el lugar de trabajo.

El máximo tribunal de justicia del país dijo que abordará tres casos sobre el tema a más tardar en el otoño boreal.

El primero concierne a una persona despedida de una funeraria luego de informar a su jefe su intención de cambiar de sexo. Los otros dos casos refieren a empleados homosexuales que alegan haber sido despedidos debido a su orientación sexual.

La Corte Suprema tendrá que decidir si la Ley de derechos civiles de 1964, que prohíbe la discriminación en el lugar de trabajo por motivos de raza, color, religión, sexo o etnia, también se aplica a la orientación sexual y la identidad de género.

El gobierno del presidente republicano Donald Trump no apoya una interpretación amplia de la norma, a diferencia de su predecesor, el demócrata Barack Obama.

Y a falta de una sentencia del tribunal superior de Estados Unidos, los tribunales inferiores han emitido decisiones contradictorias.

Eso es lo que le pasó a Aimee Stephens, la persona afectada por uno de los casos que analizará la Corte.

Después de trabajar seis años en una empresa de servicios funerarios en la ciudad de Detroit, Stephens anunció a su empleador su intención de comenzar su transición al sexo femenino. El jefe de la firma R.G. & G.R. Harris Funeral Homes, quien reivindica sus valores cristianos, la despidió y le explicó que "eso no podría funcionar".

Con el apoyo de la agencia federal para combatir la discriminación en el ambiente laboral (la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos), Stephens acudió a los tribunales.

En primera instancia, un juez determinó que su empleador tenía el derecho de despedirla bajo una ley que protege las libertades religiosas. En marzo de 2018, un tribunal de apelación revocó esta decisión. Este juzgado determinó que su jefe la discriminó porque es transgénero y dijo que era un tipo de discriminación protegida por la ley federal.

La misma controversia se dio en los otros dos casos que aceptó examinar la Corte Suprema. En ambos, los implicados, el instructor de paracaidismo de Nueva York Donald Zarda, y el trabajador social de Georgia Gerald Lynn Bostock, aseguran que fueron despedidos por su orientación sexual.

El expediente de Zarda llega a la Corte tras haber ganado en tribunales inferiores, en tanto el de Bostock lo hace tras haber perdido.

Zarda murió en un accidente en 2014, pero su compañero, Bill Moore, y su hermana, Melissa Zarda, prosiguieron con la demanda en su nombre.