Foto Ilustrativa.


Costa Rica redujo sus índices de homicidios en lo que va de año, al tiempo que aumentó el decomiso de armas de fuego ilegales, informó este jueves el gobierno, al poner en vigor una ley que endurece el control sobre las armas.

"Al día de hoy (jueves) tenemos 201 homicidios en el país, que suena a mucho, pero si lo comparamos con el año pasado, tenemos 47 homicidios menos", dijo el ministro de Seguridad, Michael Soto, en una ceremonia en San José.

"Esto es un gran avance", sostuvo el ministro, al recordar que 67% de los homicidios se cometen con armas de fuego.

Indicó que en lo que va del año hasta este jueves, el Ministerio de Seguridad ha decomisado 863 armas de fuego, 34 más que el año pasado.

"Esas armas le pudieron quitar la vida a una persona, pudieron ser usadas en un delito contra la propiedad", comentó el ministro.

El país centroamericano vivió un aumento de los homicidios entre 2012 y 2017, cuando alcanzó 12,1 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, según la policía judicial.

La cifra se redujo en 2018 a 11,7, aún muy superior al promedio mundial de 5,3 homicidios en 2015, según la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

El ministro presentó los datos en una ceremonia en la que se puso en vigor una ley que endurece los controles sobre las armas de fuego, con aumentos en las penas de cárcel para quien adquiere una arma ilegal y para las personas y negocios que no denuncien el robo o extravío de un arma.

"Cualquier esfuerzo que hagamos por regular o educar en materia de control de armas es una ganancia para nuestra sociedad", declaró en la ceremonia el presidente Carlos Alvarado.

"Ahora lo que corresponde es seguir trabajando para hacer valer la ley y seguir la ruta de reducción de homicidios, como se ha venido trabajando", agregó.