Los ‘Tres Leones’ ganaron su boleto a disputar la penúltima fase al vencer 2-0 a Suecia, mientras que los ajedrezados lo encontraron en los penales al eliminar al elenco anfitrión con un 4-3 luego de un dramático empate 2-2 en 120 minutos.

Los ingleses, con su cañonero Harry Kane dominando la tabla de goleadores con seis dianas, vuelven a la penúltima fase de una Copa del Mundo 28 años después de alcanzarla en Italia 1990 con Gary Lineker como abanderado.

Los croatas, guiados por el cerebro Luka Modric, van tras los pasos de aquel equipo de Davor Suker, Zvonimir Boban y Robert Prosinecki que alcanzó el tercer lugar en Francia 1998, en su primera participación mundialista tras la independencia del país siete años atrás.

 

fuerza aérea inglesa

El técnico Gareth Southgate ha hecho de Inglaterra un equipo balanceado, sin una megaestrella que eclipse a los demás, pero lo mejor de su tarea ha sido volver a las fuentes con el estilo que a los Pross le dio dividendos en el pasado: la pelota detenida y el juego aéreo.

Ocho de los 11 goles ingleses en Rusia nacieron en acciones con balón parado, bien desde un córner, un tiro libre o un penal. Y cinco del total de dianas se concretaron de golpe de cabeza.

 

El tic-tac de Modric

La Croacia de Zlatko Dalic funciona al compás de Modric y de un Ivan Rakitic que interpreta perfectamente el sentir del ‘10’ madridista.

La nueva generación dorada croata se precia de un juego fluido, con rápidas transiciones, pero su arma de ataque es la posesión y circulación de la pelota, un estilo que no es precisamente el más característico de los países de los Balcanes.

Croacia tiene la baja por lesión del lateral derecho Sime Vrsaljko, con un esguince en los ligamentos de la rodilla izquierda.