Cuba rechazó este miércoles la decisión del gobierno de Donald Trump de activar desde el 2 de mayo una norma que permite demandar en tribunales de Estados Unidos a empresas extranjeras que gestionan bienes confiscados tras la revolución de 1959.

"Rechazo enérgicamente anuncio del Sec. de Estado (Mike) Pompeo de activación del Título III de la Ley Helms-Burton. Es un ataque al Derecho Internacional y a la soberanía de Cuba y de terceros Estados. Agresiva escalada de Estados Unidos contra Cuba fracasará", tuiteó el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Después de mantenerla suspendida por 23 años, Washington finalmente aplicará esta cláusula que permite, a ciudadanos estadounidenses y a exiliados cubanos, demandar en las cortes federales de los Estados Unidos a empresas que obtuvieron ganancias a través de compañías nacionalizadas por el gobierno socialista.

Esto podría desencadenar miles de juicios en Estados Unidos y desalentar la inversión extranjera en Cuba, necesaria para reactivar su economía en crisis y socavada por la escasez.

Varias empresas de la Unión Europea, el mayor socio comercial de la isla, podrían verse afectadas. En su rechazo a la medida, el bloque ha advertido que cuenta con leyes para contrarrestar los efectos de esas demandas e incluso llevar los casos ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).

La fecha del anuncio por parte de Estados Unidos encierra un simbolismo: el miércoles se conmemora el aniversario del desembarco de Bahía de Cochinos en 1961, un intento de invasión estadounidense que terminó en derrota.

"Como en Girón (nombre dado por Cuba al ataque a la Bahía de Cochinos), ganaremos", agregó el canciller cubano.

En los últimos meses, Estados Unidos ha aumentado su presión sobre el gobierno socialista cubano, al que acusa de apoyar militarmente a la Venezuela de Nicolás Maduro.