En Chiang Mai, Tailandia, Theprit Palee, se apuñaló para demostrar, en una ceremonia, que él podría sobrevivir, pero no fue así.
La hoja de su espada no se le rompió y el hombre sufrió herida en el pecho, que concluyó con su muerte.
Este acto lo realizaba una vez al año, para demostrar el poder de los antepasados, pero hoy salió mal.