Juan José Daboub, empresario salvadoreño, advierte que la relación entre El Salvador y EE. UU. está sujeta a resultados.


Juan José Daboub, empresario salvadoreño y exdirector del Banco Mundial, consideró que el apoyo económico que pueda ofrecer la administración del presidente Joe Biden debe considerarse como positiva, pero advirtió que está sujeta a resultados.

Daboub, también presidente de Huge Business & Investment Council, recordó que hay problemáticas de mutuo interés entre los países que conforman el Triángulo Norte de Centroamérica -El Salvador, Guatemala y Honduras- y Estados Unidos sobre la reducción de pobreza, seguridad, migración, relaciones con China, relocalización de inversiones, cambio climático y combate a la corrupción.

Estos temas se incluyeron en una propuesta que presentó Biden siendo candidato a la Casa Blanca, en la cual ofreció a los tres países centroamericanos un plan de $4,000 millones para abordar los factores que impulsan la migración irregular y la corrupción.

“La forma en que yo interpreto, en este momento, la relación que existirá y lo que podemos esperar en El Salvador (y Triángulo Norte) con el Plan Biden, lo definiría como un apoyo condicionado a resultados”, manifestó Daboub en el primer Encuentro Internacional de Empresarios Salvadoreños (ENIDES) 2021, un evento organizado el viernes pasado por la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP).

Insistió en que la relación con la nueva administración del Gobierno de Estados Unidos “la debemos de ver de una forma positiva, pero pragmática. Con esperanza, pero con algún nivel de cautela”.

Controlar la violencia para más inversión.

En el encuentro también participó Juan Umanzor, presidente de la Cámara de Comercio Salvadoreña Americana, para quién la clave para atraer inversión de la diáspora en el exterior pasa por controlar la violencia social y crear incentivos.

El ejecutivo detalló que hace años compró un terreno en El Cuco, San Miguel, para establecer un hotel en la costa, pero desistió del proyecto porque la “inseguridad no le permitió”.

“El Gobierno tendría que hacer incentivos, de impuestos o programas, para que podamos invertir en El Salvador. Pero, sobre todo, está la inseguridad que es lo que nos preocupa a la mayoría”, manifestó tras ser consultado sobre qué se puede hacer para fortalecer una relación entre la comunidad empresarial de Estados Unidos y El Salvador.

Por su parte, Óscar Levi Domínguez, CEO El Salvador Corridor-USA, consideró que los tres millones de salvadoreños en el exterior son el portavoz para atraer inversión, pero hay que “darle valor”. “Esperamos que este Gobierno (se refiere al salvadoreño) le ponga énfasis para empoderar a la diáspora para invertir y también al empresario nacional”, sumó.