En El Salvador existen variadas religiones y entre ellas tenemos la religión católica. Cursillos de Cristiandad es una congregación que fue fundada por Antonio Punyed Recasens. Pero, ¿quién es Antonio Punyed?, un español que se casó con la salvadoreña María Teresa Mateu Llort y procrearon seis hijos. “Toño”, como le decían los cursillistas, fue un luchador incansable por llevar en todo El Salvador “De Colores”. Punyed también fundó Cursillos de Cristiandad en Honduras.

Su carisma, carácter y su forma de expresarse era inigualable. En cada Ultreya, los días lunes, en la iglesia Corazón de María, inyectaba liderazgo, fe y solidaridad. Sabía cuándo un grupo de cursillistas habían hecho un retiro espiritual, sabía de sus problemas y el objetivo era el de cambiar de actitud, de enseñarles que Jesús es el guía que cambia al ser humano.

Mientras miles de miembros de Cursillos de Cristiandad se expandían en el país, Antonio y su amada esposa seguían su apostolado. En muchos municipios hay cursillistas, se reúnen y narran sus problemas y se encomiendan a Dios. Se les escucha y enseña que Dios es quien nos puede ayudar. El que ha estado en un retiro espiritual en Cursillos de Cristiandad sabe que el movimiento cambia al ser humano. Eduardo Bonnin Aguiló desarrolla, en España, el primer Cursillo de Cristiandad.

Volviendo a la vida de Antonio Punyed, en 1962 inició Cursillos de Cristiandad en El Salvador. Se graduó de Ingeniero Industrial y se enamoró de una salvadoreña, María Teresa. El catalán fue un joven como todos. Hizo su Cursillo de Cristiandad en 1955 en Tarragona, España. Antonio manifestó, tal como lo conocimos, que “cuando regresé a mi ciudad le dije al Señor: Bueno, llévame a esa carajada para ver si me capan de una vez y efectivamente hice mi Cursillo el 12 de octubre de 1955”.

Sandra Núñez escribió sobre el legado de Antonio Punyed: “Creo que ni él mismo llegó a creer todo lo que logró durante toda su vida, y todas las almas que vino a salvar ‘vía de la normalidad’. Para muchos, era imposible creer que un laico común y corriente (o como Toño) podría aspirar a la santidad o a la Gracia. Mucho menos ver hombres comprometidos que estaban de espalda al mundo y luego regresaban ‘transformados’ solo por pasar un fin de semana fuera de su zona de confort. ¿Qué tenía este hombre de ‘especial’?, ¿cómo puede alguien como él decir que Dios en Cristo nos ama?, ¿por qué Dios lo escogió a él para esta tan importante misión de evangelización? La respuesta es sencilla, lo tenía todo: el carácter, la determinación, la inteligencia, la formación, la ilusión, la entrega, el espíritu de caridad… pero su as bajo la manga fue siempre su inseparable esposa María Teresa, quien entendió desde el primer momento cuál había sido el llamado de Dios para su matrimonio”.

La religiosidad cambia a las personas cuando en verdad se abre el corazón, Punyed considera Cursillos de Cristiandad como “esta es la realidad de Cursillos de Cristiandad, ni más ni menos, es convertir a la persona, para que sea santa, para que conozca a Cristo Jesús; lo haga parte de su corazón, te das cuenta en su vida y en todo lo demás”.

El 26 de noviembre se despidió de este mundo. En su pecho llevaba un escapulario y en su mano derecha un decenario. Se cantó a todo pulmón la canción de Colores. Su esposa, hijos y amigos soltaron globos. Del 27 al 30 de noviembre de 1962, Antonio Punyed y su esposa realizaron con 22 personas el primer Cursillo de Cristiandad en El Salvador. En ese primer Cursillo estuvo San Oscar Arnulfo Romero. Loor a un español que vino a cambiar muchas vidas.