El gobierno y la empresa privada están a la espera que la Asamblea Legislativa discuta y apruebe un plan económico que contiene un paquete de medidas para “beneficiar a sectores más vulnerables del país ante la pandemia del COVID-19”.

Lo conocido hasta ahora del plan suena bien, se proponen $50 millones mensuales destinados para la adquisición de 1,7 millones de paquetes de alimentos; $600 millones para préstamos para las micro, pequeña, mediana y grandes empresas y $100 millones de dólares para préstamos directamente para el sector informal.

“El plan no es perfecto y no es una solución mágica, pero permitirá que la actividad económica se recupere con rapidez”, ha dicho el presidente de la Asociación de la Empresa Privada. Lo único es, que para financiar el Plan, se necesita que la Asamblea Legislativa autorice que se busquen $1 mil millones de dólares. En concreto se trata que el ministro de Hacienda haga negociaciones con organismos internacionales e inversionistas para que le compren títulos de deuda pública al país.

Se trata al final de cuentas, que con un sobreendeudamiento, se quiere reactivar la economía nacional. Hay que tomar en cuenta que solo este año el Gobierno ya tiene autorización para endeudarse hasta por $2,000 millones lo que de entrada elevará la deuda pública a más del 80 % del PIB.

Endeudarse más no es la solución, hasta el Fondo Monetario Internacional recomienda aumentar los impuestos a las Ganancias y al Patrimonio, en un informe elaborado por el departamento de asuntos fiscales, recomienda aumentar las tasas más altas del impuesto a las ganancias y bienes personales, lo que podría lograrse con un “recargo solidario”.

El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales -Icefi- propone: un impuesto extraordinario de

solidaridad y responsabilidad social y empresarial (2021-2030): aumentar un tramo al Impuesto Sobre la Renta de trabajadores con ingresos mayor de cinco mil dólares y a las actividades lucrativas con ganancias superiores a los $ 2 millones y aprobar nuevos impuestos al consumo de lujo, al patrimonio e impuestos ambientales.

No se debe de olvidar que los organismos financieros internacionales no prestan dinero a cambio de nada, el Fondo Monetario ofrece financiamiento a cambio de que se cumplan sus condiciones: “Recomienda medidas como la disminución del gasto público en $900 millones a partir del año 2021, aumentar los impuestos a la gasolina y al diésel, aumentar el IVA y las contribuciones fiscales especiales, como el impuesto a las telecomunicaciones y reducir el pago de salarios en el sector público, por medio del congelamiento de plazas, suspender nuevas contrataciones y prohibir las jubilaciones anticipadas de empleados públicos”.

Soluciones alternativas sin necesidad de verse obligado a cumplir con las recomendaciones del FMI existen, en Argentina, se discute actualmente un nuevo impuesto extraordinario que se aplicaría una sola vez sobre fortunas superiores a los 3 millones de dólares e involucraría a 12.000 personas. En Alemania: también se considera la necesidad de un impuesto extraordinario y único a la propiedad. El objetivo de ambas propuestas es: recaudar fondos adicionales para enfrentar las consecuencias económicas de la pandemia.

En Italia, estudian establecer una “tasa Covid” consistente en aplicar un impuesto al 4 % a aquellas ganancias anuales que se encuentren entre los 80 mil y los 100 mil euros; un 5 % entre 100 mil y 300 mil; un 6 % entre 300 mil y 500 mil euros; y un 8 % por encima del medio millón de euros. En Chile, hay una propuesta de un impuesto a la riqueza dirigido al 1 % más rico del país, con una tasa anual del 2 %.

Finalmente hay un aspecto central, además de evitar el sobreendeudamiento, es el de la participación de los trabajadores en el diseño y ejecución del Plan de reactivación de la economía, La ANEP y al Ejecutivo, en las tres semanas que estuvieron discutiendo su plan: Tuvieron un olvido, no tomaron en cuenta a las organizaciones sindicales, cuestión complicada, por que es indispensable, instaurar un clima de confianza para diseñar y ejecutar de manera efectiva las medidas económicas destinadas a enfrentar al Coronavirus.

Hoy que es el Día de los Trabajadores, La consulta y el fomento de la participación activa de las organizaciones sindicales en la planificación, la puesta en práctica y el seguimiento de las medidas de recuperación económica es lo que hay que hacer. Es imprescindible un esfuerzo tripartito, Nadie debe quedar excluido.