La notificación rápida de las enfermedades infecciosas es la piedra angular de una rápida actuación en materia de salud pública y proporciona información esencial sobre la epidemiología local, regional y epidemiología de la enfermedad. Además, el proceso de notificación proporciona un sistema de alerta temprana para la detección de brotes y para la vigilancia de grupos inusuales de enfermedades infecciosas. Sin embargo, se ha demostrado una infra declaración de enfermedades de declaración obligatoria en muchos países para una variedad de enfermedades infecciosas. Como enfermedad infecciosa, el covid-19 también adolece de un subregistro de nuevos casos y fallecimientos, en múltiples países.

El Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington estudia este problema en particular en una serie de países. Se calcula que en todo el mundo las muertes reales por coronavirus superan a las notificadas en un 113%. Un análisis recientemente publicado por la Universidad de Washington sugiere que, si bien el problema es grave en la India, no es en absoluto el único país que lucha contra la grave falta de notificación de las muertes por covid-19. Este instituto calcula que el número total de muertes por COVID-19 en la India es casi tres veces superior al notificado. La situación es similar en México, donde se calcula que hay un 180% más de muertes no notificadas. Entre los países más afectados, Brasil y EE.UU. salieron ligeramente mejor parados, con una estimación de muertes reales alrededor de un 50% superior a las notificadas.

Nuestro país no está incluido dentro del grupo de países seleccionados por la Universidad de Washington. Sin embargo, con apoyo de la Universidad de Stanford en California, el grupo de investigación Focus Data, de la Unidad de Datos de El Diario de Hoy ha realizado una investigación que elude la reserva de información impuesta por el gobierno. Este grupo recopiló causas de muerte consignadas en las actas de defunción en el periodo entre marzo 2020 y marzo 2021 de 11 alcaldías con la mayor prevalencia de casos de covid-19.

Al examinar su base de datos, encontramos que El Salvador durante ese periodo de tiempo muestra que las muertes reales superan a las notificadas en un 234%, cifra superior al subregistro encontrado en otros países del continente americano como México, Brasil y Estados Unidos, así como la cifra de subregistro global. Las muertes hospitalarias incluyeron 15 hospitales (10 públicos, 4 del Seguro Social, y uno militar). El Hospital San Bartolo registró 7 veces más muertes reales que las notificadas, presentando el mayor subregistro de todos los hospitales incluidos. Por el contrario, el hospital Militar presentó el menor subregistro, mostrando 1.2 más muertes reales que las notificadas. En cuanto al hospital El Salvador, que es el hospital designado como especializado en el tratamiento del covid, sorpresivamente mostró tres veces más muertes reales que las notificadas. En general, 77% de muertes se observaron en el grupo de mayores de 60 años y más de nueve de cada 10 muertes ocurrieron en personas mayores de 40 años, y casi 6 de cada 10 muertes ocurrieron en el sexo masculino. La mayoría de las muertes (más de 5 de cada 10) ocurrieron en dos municipios, San Salvador y Soyapango.

El hecho que nuestro país tenga un nivel de subregistro de los más altos en Latinoamérica tiene implicaciones para comprender la epidemiologia y la transmisión del coronavirus en el contexto salvadoreño. Y la difusión de esta información crucial para la ciudadanía. ¿Pero cuáles son las razones del por qué nuestro sistema hospitalario padece de esta debilidad?

Existen una serie de factores que influyen en las tasas de subnotificación, entre ellos la fortaleza del sistema de vigilancia nacional per se, definiciones de casos y los procedimientos de notificación del país. Debido a la obscuridad con que se maneja la información de salud actualmente en nuestro país, es muy difícil hacer un análisis a profundidad de las potenciales causas de este mal, pero desde un punto de vista técnico, el mejoramiento de la respuesta a la pandemia del coronavirus en el país depende en gran medida de mecanismos que corrijan este vacío. La salud y supervivencia de los ciudadanos del país se lo merecen.