Alrededor de 163 niñas no solo tuvieron que enfrentar la pandemia del covid-19 este año, también una deportación desde Estados Unidos, según las estadísticas de la Dirección General de Migración y Extranjería, reveladas por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Comparada con los datos de los retornos de niñas de Estados Unidos del 2019, esta cifra representa un incremento del 504 %, a pesar que la estadística general de deportaciones disminuyó históricamente en un 78.1 % en el grupo de mujeres, niñas y adolescentes.

La cantidad de los salvadoreños deportados en general tiene una reducción del 68.9 %. Y la disminución por país también es drástica: 49.9 % menos de Estados Unidos y un 86.5 % de México.

A la luz del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami) y de su director, César Ríos, el haber mantenido las deportaciones durante la pandemia del covid-19, y en especial, las de niñas y adolescentes es “inhumano”.

“Lo que pedíamos era que se hicieran gestiones a nivel de país para que no hubiera ninguna deportación”, aseguró Ríos.

Ríos relata que la nación del norte puso en práctica un programa que aceleró las deportaciones y solo permitía estar dos días en tierra estadounidense, después de ser aprehendidos.

“Y en medio de la pandemia ¿cómo te puedes explicar eso? La única explicación que puedes encontrar es que Estados Unidos hace una deportación desde el abordajede la migración no humana, donde deja atrás todos esos principios de respeto de los derechos humanos de los niños, niñas”, sostuvo Ríos.

Rina Monti, subdirectora de monitoreo de derechos humanos de Cristosal, enfatiza que la migración no ha parado, pero ha pasado inadvertida.

Las deportaciones de salvadoreños se han reducido un 68.9 % este año.


¿Por qué se van?

La directora de operaciones de programas en Save the Children El Salvador, Ludin Caballero, enfatiza que son tres causas las principales, por las que los salvadoreños buscan irse y eso incluye a las niñas y adolescentes: la economía, la violencia y la reunificación familiar.

En el caso de las niñas, Caballero señala que la economía es interpretada como la falta de los tres tiempos de comida en casa, no tener cómo reemplazar un cuaderno que ya se terminó para ir a la escuela o simplemente, cuando la familia los saca de los centros educativos para incorporarlos a la vida laboral.

“Le dicen: ‘Mirá, ya no vas a ir a la escuela, mañana vas a ir a vender hojitas, vas a ir a vender tomates alrededor del mercado’ o en la misma comunidad, probablemente no entienden el dinero como un símbolo, como el billete sobre billete, pero si están sufriendo las consecuencias de ello, porque tienen que ir avender pan o porque tienen que ir a hacer cualquier actividad económica”, señala Caballero.

Los datos de Migración indican que la economía es el primer factor para abandonar el país, el segundo es la inseguridad, el tercero es la reunificación familiar, mientras que en un cuarto lugar está la violencia intrafamiliar.

Monti disiente que la economía sea la primer causa. Asegura que en tres años de trabajo con migrantes han constatado que las entrevistas hechas por la Dirección de Migración obtienen respuestas rápidas y no necesariamente es la verdadera.

“Normalmente la tendencia es que la gente dice cuestiones económicas para evadir, para salir un poco más rápido del proceso de entrevistas”, explica Monti, mientras apunta a que las razones reales es porque huyen de la violencia.

Reconoce que cuando se trata de motivos económicos, la razón subyacente termina siendo la seguridad, dado que es cierto que no tienen para pagar una deuda, que al final es una extorsión a las pandillas.

César Ríos, de Insami, agrega que otra de las razones para salir del país es la violencia intrafamiliar, pero principalmente la sexual, que llegan a sufrir las niñas y menores.

“Siempre hay o el padre o la madre, cómplice en la migración del niño, pero atrás de eso, más que la situación económica hay una violencia intrafamiliar que está ejerciendo una presión ahí; hemos encontrado casos de violencia sexual dentro de un familiar cercano al niño y la mamá dicen: Que se lo lleven, mándenlo, no quiero que esté en la casa”, explica Ríos.

Cualquiera que sea la causa, las niñas y adolescentes que son deportadas vuelven a migrar, según Monti; en algunos casos a Estados Unidos y en otros, cambian su destino, debido a experiencias traumáticas.

La Casa del Migrante en “La Chacra” recibe deportados todos los días, entre ellos, niñas, niños y adolescentes.


¿De dónde son los deportados?

Las estadísticas de la Dirección de Migración y Extranjería evidencian que los deportados son originarios, principalmente de San Miguel.

Entre enero y agosto del 2020, al menos 462 migueleños fueron deportados, principalmente de Estados Unidos y México.

El segundo lugar de donde son originarios los retornados son de los municipios de San Salvador, Santa Ana, Ilobasco, Usulután, Ahuachapán, Soyapango, Sonsonate, La Unión y en décimo lugar, San Francisco Menéndez, solo en este último regresaron obligadamente 133 connacionales.

César Rios, del Instituto Salvadoreño del Migrante (Insami), dice que esta estadística cambia rápidamente, debido a que los deportados después de pasar una temporada en sus lugares de origen, se movilizan a las ciudades donde pueden trabajar.

“Ese registro cambia uno o dos meses después que llegan, cuando una persona trabajadora regresó a un cantón pobre del oriente del país, ahí solo durán uno o dos meses, a una ciudad donde los ofrezcan más posibilidades de trabajo y así van avanzando y por eso en San Miguel hay una concentración de personas deportadas”, asegura.

La pandemia desaceleró la migración y también las deportaciones.


3 datos que debes de conocer

 

  • Recepción de retornos


La Dirección de Atención al Migrante, y el Centro de Recepción de retornos recibe deportados a diario.

 

  • Migración irregular


El 23 de julio pasado la canciller Alexandra Hill aseguró que la migración irregular hacia los Estados Unidos se redujo un 97 %.

 

  • Salvadoreños detenidos


En el año fiscal 2020 de Estados Unidos, la patrulla fronteriza detuvo 2,189 menores de 18 años salvadoreños en la frontera.

 

 

La disminución de las deportaciones

En 2020, la disminución en los retornos empezó en marzo, pero fue más evidente desde abril pasando de 1,601 a 571 salvadoreños deportados.

 

  1. Aumento


En enero del 2020 hubo un incremento en las deportaciones de salvadoreños de 6.3 % respecto a diciembre del 2019.

  1. Baja


En febrero, las deportaciones hacia El Salvador disminuyeron, pero aún eran 2001. Para abril, la reducción era del 250 %, coincidiendo con la pandemia.

  1. Se mantiene reducción


En enero hubo 2,360 deportados. La suma de los retornos desde abril a agosto es de 2,109.

 

 

¿Por qué migran los salvadoreños?



  • Economía


Según datos de Migración, los factores económicos son la principal causa de salir del país.

 

  • Inseguridad


La segunda causa de migrar es la inseguridad en adultos y en la niñez.

 

  • Reunificación


La tercera razón para dejar El Salvador es reencontrarse con familiares en el extranjero.