El Al-Nassr sigue haciendo todo lo posible por reclutar a Sergio Busquets. El cuadro saudí, que ya tiene en sus filas a Cristiano Ronaldo, le ha garantizado un salario más que suculento a un jugador que aún sigue esperando la oferta de renovación del FC Barcelona.

“Busi sabe la consideración que se le tiene, es una institución para el club y para los socios. Termina contrato pero es una circunstancia que valorará él. Estamos a la espera de lo que pueda decidir. Si pudiera continuar, encantado. Entre Xavi y él van a tomar esa decisión cuando lo consideren y nosotros lo apoyaremos, y si se queda, fantástico”.

El pasado fin de semana, en el intermedio del duelo ante el Sevilla, el director general del FC Barcelona, el conocido Mateu Alemany, despejó de esta forma las preguntas relacionadas con el futuro de Sergio Busquets. De las palabras del dirigente se puede deducir que la entidad valora estirar la continuidad del centrocampista, pero que aún no ha dado pasos significativos para ampliar su compromiso.

En principio, el futbolista estaba decidido a poner rumbo al Inter Miami al término del curso, pero tras constatar que sigue siendo muy útil para el equipo y que mantiene la plena confianza del técnico Xavi Hernández, el de Badia del Vallès ha optado por reconsiderar su postura y esperar acontecimientos.

A diferencia del Barça, quien sí se ha movido ya con el claro objetivo de reclutarle es el Al-Nassr. Tras contratar a Cristiano Ronaldo, el cuadro saudí quiere dar un nuevo golpe sobre la mesa y ya le ha hecho llegar a Busi una mareante propuesta de nada menos que 18 M€ (19,302,390 dólares) por temporada. Tal y como añade Mundo Deportivo, los mandatarios árabes le ofrecen dos años de contrato, pero estarían abiertos a adecuarse a las peticiones del jugador.

Aunque ya va camino de los 35 años, Busquets mantiene un tono físico más que aceptable y podría seguir compitiendo al máximo nivel durante, como mínimo, un curso más. Por eso, el mediocentro parece decidido a no tomar decisión alguna hasta que conozca la propuesta de un Barça que, ante una oferta de este calibre, deberá apelar exclusivamente a factores deportivos y, tal vez, sentimentales.