Cintia Indarramendi llegó esta semana al país para participar en un seminario sobre deserción escolar. / Juan Carlos Villafranco


La deserción escolar y la baja calidad de educación son mayor “en medios desfavorecidos”, es decir, en niños y adolescentes de baja clase social, de acuerdo con la especialista en políticas contra las desigualdades educativas, Cintia Indarramendi, quien participó ayer en un seminario sobre deserción escolar en El Salvador.

Indarramendi es licenciada en sociología, graduada de la Universidad de Buenos Aires (UBA), en Argentina, y cuenta con un doctorado en Ciencias de la Educación, extendido por la Universidad Paris VIII, en Francia.

Previo a su participación en el seminario denominado “Deserción Escolar en El Salvador: el caso de las niñas y adolescentes”, la especialista aseguró a Diario El Mundo que en América Latina la deserción escolar “es mucho más importante que en países europeos” y afirmó que afecta principalmente a los “más postergados”.

“El Salvador, con respecto a los indicadores de América Latina, está en una situación que es bastante en desventaja; en realidad en los indicadores que son normales en la región, que son los comunes en América Central, pero comparado con otros países de América del Sur tiene indicadores de abandono o repitencia”, dijo.

La académica señaló que la deserción escolar se debe abordar con medidas preventivas y no solo reactivas.

“Generalmente las medidas actuales se implementan en la escuela secundaria, en la educación media, cuando el problema se hace visible y en realidad las dificultades que aparecen en la escuela media se vienen gestando desde los primeros años de la escolaridad, creo que es importante trabajar con medidas de refuerzo del aprendizaje desde el inicio, de los primeros años de la escuela”, indicó.

Mencionó que “los chicos de medios desfavorecidos muchas veces van a la escuela y siguen las exigencias escolares, pero en realidad no logran apropiarse de los conocimientos y aprendizajes como deberían”, por eso consideró importante “trabajar en un refuerzo educativo, con programas de apoyo focalizados en los sectores más desfavorecidos para reforzar los aprendizajes de bases”, pues advirtió que en ocasiones los niños y jóvenes no logran entender ni seguir las exigencias y al final eso “genera el abandono escolar”.

Indarramendi señaló como causas de la deserción escolar los problemas económicos, el embarazo adolescente y las dificultades de jóvenes y adultos que cursan sus estudios de básica y bachillerato “con alumnos de una edad inferior”.