En el artículo “La Desigualdad” de Manuel Hinds (EDH 08/04/2019), cuya primera parte comenté en artículo anterior (DEM 24/04/2019), después de afirmar que “el país con menor desigualdad en Latinoamérica es El Salvador”, compara los datos de desigualdad y pobreza, aclarando que éstas no son la misma cosa. Explica también que “Un país puede ser menos igualitario que otro pero tener menor pobreza”. Entonces, agrega: “Chile es mucho más desigual que El Salvador, pero tiene mucho menos pobreza (el 6.4 % de la población contra 29 % en El Salvador) porque su ingreso por habitante es muchísimo más alto. El pastel se distribuye menos igualitariamente en Chile, pero, como el pastel es más grande relativo a la población, los pedazos que recibe la gente son más grandes.”

Al incluir el término pobreza entramos en otro gran lío: ¿Qué es “pobreza”? ¿cómo se determina o mide la pobreza? Hinds, citando al Banco Mundial, utiliza la medición de pobreza monetaria: “Los pobres se definen como los que reciben, por persona, por día, menos de 5.50 dólares PPP a precios de 2011 (o 17.50 por familia de cinco)”. Esa medición, preferida por las instituciones financieras, ha sido o está siendo sustituida aceleradamente por la de “pobreza multidimensional” que toma en cuenta la educación, condiciones de vivienda, trabajo, seguridad social, salud, servicios básicos, seguridad alimentaria, hábitat. Es la metodología de medición adoptada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aplicada ya en más de 100 países.

En cuanto al nuestro, la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2017 dice: “En la actualidad, existe un reconocimiento generalizado de que la pobreza es un fenómeno multidimensional y que, por tanto, una adecuada medición de la misma debe considerar diversas áreas de la vida de las personas. Anteriormente en El Salvador la pobreza se ha medido únicamente utilizando el método de ingresos (…) a partir de 2015, el país se une a la lista de naciones que adoptan oficialmente una medición multidimensional (…) Para el año 2017, 33.4 % de los hogares fue pobre multidimensional (611,480 hogares; 2,559,010 personas)”.

En su artículo, Hinds señala que “la causa principal de la pobreza en El Salvador no es la desigualdad sino el bajo ingreso”. No es la principal, de acuerdo, pero sí una de las principales. Y en relación a la “Reducción de las desigualdades” (Objetivo de Desarrollo Sostenible 10) el PNUD, dice:

“Es sabido que la desigualdad está en aumento y que el 10 % más rico de la población se queda hasta con el 40 % del ingreso mundial total. A su vez, el 10 % más pobre obtiene sólo entre el 2 y el 7 % del ingreso total. [El Salvador queda dentro de esos rangos] En los países en desarrollo, la desigualdad ha aumentado un 11 %, si se considera el aumento de la población.

Para frenar este aumento de las disparidades, es necesario adoptar políticas sólidas que empoderen el percentil inferior de la escala de ingresos y promuevan la inclusión económica de todos y todas, independientemente de su género, raza o etnia.

La desigualad de ingresos es un problema mundial que requiere soluciones globales. Éstas incluyen mejorar la regulación y el control de los mercados y las instituciones financieras y fomentar la asistencia para el desarrollo y la inversión extranjera directa para las regiones que más lo necesiten. Otro factor clave para salvar esta distancia es facilitar la migración y la movilidad segura de las personas.” Fin de la cita.

Me alegra coincidir con Manuel en que “La solución no está en quitar a unos para dar a otros sino en aumentar la producción, lo cual (…) requiere invertir mucho en capital humano— es decir, en educación y salud y en la seguridad ciudadana que permita que esa inversión se dé.” La gran pregunta es ¿de dónde obtener el capital (dinero) necesario para invertir en el “capital” humano?

Quienes impulsamos la “Agenda Básica para un Pequeño País” -ABPP- respondemos: de un ADN: Acuerdo para el Desarrollo Nacional, que comprenda, entre otros asuntos, un Pacto Fiscal Justo, Transparente e Incluyente. El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales –ICEFI— ha publicado mucho sobre este tema, aquí, en Diario El Mundo. Alguna vez intentaremos resumirlo.