Europol anunció ayer que su colaboración con el FBI y la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) permitió desmantelar dos de los principales mercados criminales en la “web oscura”, AlphaBay y Hansa, que traficaban con drogas o armas.

La investigación permitió cerrar la infraestructura de una economía criminal encubierta responsable del tráfico de hasta 350.000 artículos ilegales como drogas, armas de fuego robadas, vídeos de pornografía infantil o software malicioso usado en ciberataques.

“Este es el desmantelamiento de la Internet profunda más grande de la historia”, anunció en una rueda de prensa en Washington el fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions.

El titular de Justicia de EE.UU. explicó que los dos portales, AlphaBay y Hansa, se encontraban en la “dark net” (web oscura), una parte de la “deep web” o de la Internet profunda, a la que los simples usuarios no pueden acceder mediante los buscadores usuales, como Google o Yahoo.

“Hoy algunos de los proveedores de drogas más prolíficos del mundo usan lo que se llama la web oscura, que es una colección de sitios web ocultos a los que sólo se puede acceder si uno enmascara su identidad y su ubicación”, explicó Sessions.

Las autoridades describieron el portal AlphaBay como el mayor mercado criminal de la “Internet oscura” que, desde su creación en 2014, fue escenario de transacciones por valor de $1.000 millones a través de monedas virtuales, como bitcoines.

 

Dueño de mercado negro cometió suicidio

El fiscal general de EE.UU., Jeff Sessions, confirmó en rueda de prensa la captura del creador y jefe del mercado negro de la Internet Profunda ‘AlphaBay’, identificado como Alexander Cazes, un canadiense de 25 años.

Cazes, residente en Tailandia, fue arrestado el 5 de julio por las autoridades tailandesas a petición de EE.UU., pero se quitó la vida el 12 de julio mientras estaba en custodia de las autoridades tailandesas.

El hombre había sido acusado en el Tribunal del Distrito Este de California de numerosos cargos criminales, incluido tráfico de drogas, y además las autoridades estadounidenses habían congelado millones de dólares de su propiedad que estaban en forma de monedas virtuales, como bitcoines.