Pese al optimismo de atraer mayores inversiones en 2019, El Salvador no logró superar su racha de baja captación de capitales externos y recibió el 5.8 % de la inversión extranjera directa (IED) destinada para Centroamérica.

Solo detrás de Nicaragua, El Salvador es el que menos inversión extranjera captó en 2019, revela un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicado la semana pasada que advierte que el ingreso de flujos capitales se verán deteriorados en 2020 por la crisis económica generada por el covid-19.

La CEPAL registra que en 2019 a Centroamérica ingresaron $11,508 millones de IED y mostró una contracción del 6.4 % respecto a 2018. La mayoría de estos capitales, el 51.2 % del total, se destinó a Panamá y el 21.8 % para Costa Rica.

El resto se distribuye en el 8.7 % para Guatemala, 8.2 % para Honduras, el 5.8 % para El Salvador y el 4.4 % para Nicaragua.
“Creemos que hay que apostar por una política industrial, por sectores y cadenas productivas que sean motores del desarrollo”. Alicia Barcena, secretaria de CEPAL

Pierde ritmo.


La investigación elaborada por la CEPAL destaca que la pandemia del covid-19 ocasionará que la inversión extranjera directa caiga entre 45 % y 55 % en 2020, pero ya el año pasado el ingreso de flujos de capital había mermado su participación en la economía regional.

La CEPAL recuerda que desde 2012, cuando se alcanzó el máximo histórico, la baja de los flujos de capitales extranjeros ha sido “casi interrumpida” en América Latina y el Caribe. El estudio de la agencia de Naciones Unidas destaca que en 17 países hubo caídas en las entradas en 2019 respecto al año anterior y solo en nueve se mostró aumento.

El Salvador es una las economías donde se contrajo en hasta 19.9 %. La CEPAL reporta que a la economía ingresaron $662 millones de IED, una cifra $169 millones por debajo de los $826 millones de 2018.

“El Salvador recibió $662 millones de IED en 2019; el 88 % fue por aportes de capital. Si bien esto supuso una contracción de $164 millones respecto a 2018, la cifra alcanzada supera en un 75 % el promedio de IED del período 2010-2018”, cita la CEPAL en su informe.

En Centroamérica, las empresas de telecomunicaciones marcaron el ritmo de la IED en 2019 y el primer semestre de 2020, tal como los anuncios en la mejora de la red realizados por Tigo o el intento de compra de América Móvil -propietaria de Claro- de las operaciones de Telefónica. También despuntan las compañías del sector eléctrico en energías renovables.


Pandemia deteriora clima de inversión.


La IED complementa la inversión nacional y su dinamismo es una muestra de qué tan atractivo es un país para invertir.

En el caso de El Salvador, la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) recordó que el clima de inversión notó una mejora con la llegada de la nueva administración del Ejecutivo, pero esta se ha visto deteriorada en 2020 a raíz de la crisis por el covid-19.

El índice de percepción del clima de inversión de Fusades en el tercer trimestre de 2020 llegó a -46.4 %. Esto se debe a que el 62 % de las empresas considera al covid-19 como un factor negativo para invertir mientras que el 27 % ve como riesgo la incertidumbre política y económica.

 

¿Cómo se encuentra el clima de inversión?


El Salvador mantiene una baja captación de inversión extranjera desde hace años. Se esperaba que en 2019 aumentara y se consolidara en 2020, pero por la pandemia el clima se deterioró.

 

Primer semestre 2020

  • Captación de fondos. Luego que en 2019 El Salvador fue el segundo con menos IED, en el primer semestre de 2020 se colocó en la tercera posición y recibidó $346.5 millones. Una contracción del 7.1 % frente al mismo período del año pasado.


 

Clima

  • Menor interés por invertir. La percepción sobre el clima de inversión, un indicador de Fusades, registró una mejora en el segundo semestre de 2019, pero en el primer trimestre de 2020 mostró una drástica caída al llegar -79.9 %, el peor dato desde 2005.


 

Razones

  • Pandemia desploma clima. La encuesta de Fusades destaca que el 60 % de los empresarios considera que hay un clima desfavorable para invertir por la incertidumbre de la pandemia. También por tensión política y económica.