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El Internet puede ser una herramienta esencial para el desarrollo de la persona y, también, puede servir como un espacio que ponga en riesgo la dignidad e integridad de la persona, especialmente, de los menos de edad.

En los últimos meses, las autoridades han registrado un aumento en los casos de ciberbullying, sexting y grooming, ésta última es cuando un adulto persuade a un niño de mantener una conexión emocional y un ambiente de confianza para que el menor ceda a realizar actividades sexuales.

ESET para Latinoamérica ha elaborado una lista de diez consejos que todo padre o madre de familia debe tener presente para proteger a un menor de acoso sexual en Internet.

  • Hablar abiertamente con los niños sobre el acoso cibernético. Los padres deben asegurarse que sus hijos acudan a ellos cuando tengan problemas, en vez de ocultarlos. Se les debe explicar lo común y peligroso que es, y asegurarse que nunca respondan mensajes o llamadas de origen desconocido.

  • Establecer un vínculo de confianza entre los padres y los menores, construyendo un canal de comunicación de forma que se puedan conocer los hábitos y preferencias al navegar por Internet.

  • Dejar claro cuáles son los lugares permitidos para utilizar el dispositivo, así como el tiempo durante el cual se puede utilizar y qué puede hacer durante este tiempo.

  • Es muy importante hacer hincapié en la importancia de mantener los datos en privado, para no perder el control sobre los mismos. En el smartphone toda la información almacenada (fotos, videos, mensajes, etc.) podría volverse pública en Internet.

  • La opción de GPS del dispositivo es muy útil para ubicarse, pero se debe utilizar con precaución ya que mantenerlo siempre encendido permitiría que a través de las redes sociales puedan saber la ubicación del menor.

  • En el caso de las cámaras web incorporadas en las PCs, se debe ser extra precavido, pues los ciberdelincuentes usan un malware llamado R.A.T. (herramienta de acceso remoto, por sus siglas en inglés) para espiar a sus víctimas a través de las cámaras. Si es posible, deshabilita o desconecta las cámaras web de las computadoras que usan los niños (o pega un pedacito de cinta sobre el lente) y asegúrate de tener actualizado tu programa antivirus.

  • Las aplicaciones maliciosas están también presentes en ambientes móviles. Además, del uso de sistemas para la protección de los datos, no se deben descargar aplicaciones de sitios no oficiales y antes de instalar cualquier aplicación es necesario tener en cuenta qué permisos son solicitados, además el menor debe acompañarse de un adulto para estar seguro de cómo funciona el proceso.

  • Los juegos en línea suelen contener lenguaje obsceno y abusivo, y los dispositivos como las consolas de juegos pueden traer incorporados navegadores web. Es importante asegurarse de saber cuáles son los aparatos que usan sus hijos para conectarse a Internet, y usar controles parentales.

  • Es importante crear cuentas de usuario separadas para los hijos. Aunque puede ser tentador crear una sola cuenta de usuario de Windows para toda la familia, si cada uno tiene su propia cuenta, es más fácil hacer un seguimiento de cómo cada miembro usa la computadora. Además, si se tiene más de un hijo, esto le permitirá a los padres personalizar el nivel de protección que cada uno pueda necesitar.

  • Muchos adolescentes les mienten a sus padres sobre lo que hacen online, por lo que es recomendable vigilar los navegadores “adicionales” instalados en la PC. Una verificación periódica de los programas instalados permitirá ver si el menor agregó alguno nuevo.