Según la Conferencia Episcopal de El Salvador, el vino es usado en las liturgias y es un medio a través del cual el pueblo vive su fe y se acerca a Dios.
El decreto exonera a la Iglesia Católica “del pago de todo tipo de impuestos, incluyendo el bodegaje, a excepción del impuesto a la transferencia de bienes y a la prestación de servicios, que pueda causar la introducción al país de 36 mil litros de vino de consagrar”.