La defensa del periodista ambiental, Eduardo Barahona, reveló que los documentos que fueron alterados para cometer una estafa le fueron robados en 2015, junto con su billetera y celular.
Su DUI fue alterado, la fotografía y la firma que calza el documento no corresponde a Eduardo”, reza un fragmento de un informe entregado este miércoles por representantes de la Coordinadora Salvadoreña de Movimientos Populares.

El abogado Oswaldo Feusier, quien es el defensor, afirmó que pese a las acusaciones que le han formulado a Barahona, la Constitución establece que él es inocente, “lo que sucede que en El Salvador y a pesar de ser firmante de tratados internacionales, se privilegia la detención provisional”.

“En la audiencia inicial de este caso no se ordenó detención provisional porque la jueza alegó: que a esta persona ni siquiera la han citado… Yo no sé si él sabe del proceso… Cómo voy a decretar detención contra una persona que no ha manifestado hostilidad contra los fines del proceso y así se mantuvo el caso hasta la audiencia preliminar”, afirmó Feusier.

El abogado explicó que en la audiencia preliminar y en una decisión ligera se abusó de la detención provisional como ”una medida irracional e innecesaria para asegurar el proceso”, por lo que se ha solicitado se revise y estamos a la espera de una respuesta del tribunal para analizar la situación de Eduardo Barahona.

Feusier afirmó que Barahona es procesado por los delitos de estafa y falsedad y se giró orden de detención.

Organizaciones sociales hicieron una conferencia para mostrar su apoyo a Eduardo Barahona. / Gabriel Aquino.

La acusación


Según el defensor de Barahona, a la víctima estafada le hicieron creer que vendía su pick up y el estafador le dijo que depositaría el dinero en el banco y emitió un cheque de otra institución bancaria.
Todavía no entendemos cómo este cheque está a nombre de una empresa particular y (Fiscalía) no ha entrevistado a los representantes de esta empresa que son los propietarios de la chequera”. Abogado Oswaldo Feusier.

El cheque nunca se hizo efectivo al vendedor y acusó por estafa. "Y lo único que da la víctima son características físicas del imputado, más adelante, aparece el nombre: Eduardo Josué Barahona y un año, seis meses después en una diligencia vinculan ese nombre con el rostro en un recorrido de rueda de fotografía y el dueño del pick up dice: él ha sido”, añadió el abogado.

El defensor es del criterio que la víctima en su afán de recuperar su dinero, “muy fácilmente” vio la foto que le presentan y él la señala como la persona que lo engañó.

Este caso tomó por sorpresa al joven Barahona quien es periodista y trabaja con organismos defensores del agua en el país y jamás se imaginó de los líos que se habían iniciado allá por 2016 en San Vicente, donde él no reside sino en San Salvador.

Error


El lunes que lo intimaron o lo notificaron, Eduardo Barahona se dio cuenta que todo era un error y por su solvencia e integridad consideraba que pronto le devolverían su libertad una vez que se aclarara la situación. Este es un proceso de una confusión que le pudo haber pasado a cualquiera de nosotros”, afirmó el abogado.

Y es que Eduardo nunca ha vivido en San Vicente ni ha mantenido ningún tipo de relación comercial con personas de esa zona del país, “es una vinculación porque el DUI que utilizó el estafador apareció su nombre, más no la imagen”.

A la pregunta ¿Cuánto tiempo va a pasar Eduardo en detención pese a su inocencia? Feusier responde que eso depende del juez, del sistema.
“Nosotros ya presentamos la solicitud. si él juez da la audiencia mañana, mañana mismo se va a presentar toda la argumentación, la documentación que lo respalda porque nunca se presentó arraigos suyos, de ahí que hablar de las incoherencias del caso y en este país se cumplieran todos los tratados que se han firmado, él ya estaría libre”. Abogado Oswaldo Feusier.

Pero este caso no es el único que ha pasado en El Salvador, otros como el proceso penal de Wendy quien fue acusada de extorsión con un número de celular que fue robado anteriormente.

También el de Daniel Alemán, a quien la Policía le puso un paquete de droga o el de Agapito Ruano que fue confundido con un secuestrador en Guazapa y estuvo preso injustamente 15 años, al final los jueces entendieron y lo dejaron libres, pero luego vino una demanda de Corte Interamericana de Derechos Humanos en 2016 y condenó a El Salvador a pagarle casi $3 millones a Ruano por daños y perjuicios. Ruano ahora reside en los Estados Unidos.