El poderoso huracán Dorian prácticamente se detuvo sobre las Bahamas el lunes, prolongando la agonía mientras las crecientes aguas y los fuertes vientos arrasaban las comunidades de las islas, donde se cobró al menos un muerto, en tanto provocaba evacuaciones masivas en la costa este de Estados Unidos.

El huracán se debilitó ligeramente el lunes y pasó a categoría 4, pero según informaron las autoridades meteorológicas de Estados Unidos, continúa representando una seria amenaza, señaló el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, aseguró que el huracán provocó una "devastación sin precedentes" en las islas Ábaco, que el domingo recibió la peor parte de Dorian cuando tocó tierra como la tormenta más poderosa que jamás haya golpeado el archipiélago.

"Nuestro enfoque en este momento es el rescate, la recuperación y la oración", dijo Minnis en Twitter.

"Gracias a Dios por la vida"
El ministerio de Turismo y Aviación bahameño dio cuenta un día después del impacto del huracán de la primera víctima en las islas Ábaco, en tanto anunció el inicio de las operaciones de rescate.

"El gobierno de Bahamas confirma una muerte en las Ábaco y sigue reuniendo información, mientras comienzan los esfuerzos de rescate en los lugares que ya son seguros", señaló.

"Tenemos informes de muertos, tenemos informes de avistamiento de cuerpos. No podemos confirmar esos reportes hasta que vayamos y veamos por nosotros mismos", dijo por su lado el ministro de Relaciones Exteriores Darren Henfield, quien representa a Ábaco del Norte el parlamento bahameño.

El residente de Ábaco Ramond A. King proporcionó imágenes de desolación a la AFP que muestran calles inundadas atravesadas por árboles y postes de energía arrancados de cuajo, viviendas devastadas.

"Miren esto", se le escucha decir en la grabación. "Necesitamos ayuda, está todo caído. Todo caído. Miren mi casa sin techo. Aún tengo la vida. Gracias a Dios por la vida. Puedo reconstruir".

En su boletín de las 18H00 GMT, el NHC dijo que Dorian avanzaba hacia el oeste a una velocidad de apenas 2 km/h, asentándose durante una hora sobre la isla de Gran Bahama con vientos de 250 km/h, en tanto advirtió de "amenazantes marejadas súbitas y vientos catastróficos".

El miedo se apoderó de los residentes de Freeport cuando los vientos arrancaron las persianas y el agua comenzó a llegar a los hogares, dijo Yasmin Rigby, contactada por mensaje de texto en la principal ciudad de Gran Bahama.

"Las personas que pensaban que estaban a salvo ahora están pidiendo ayuda", dijo Rigby. "El esposo de mi mejor amiga está atrapado en el techo de su casa con dos metros de agua debajo".

Según una estimación inicial de la Cruz Roja, unas 13.000 casas podrían haber sido dañadas o destruidas por el paso de Dorian en Bahamas.



"Salgan AHORA"
El NHC también advirtió que "el huracán se moverá peligrosamente cerca de la costa este de Florida esta noche (lunes) hasta el miércoles por la noche, y luego peligrosamente cerca de las costas de Georgia y Carolina del Sur en la noche del miércoles y el jueves", dijo.

Florida, Georgia y Carolina del Sur ordenaron la evacuación obligatoria de cientos de miles de residentes de la costa a partir del mediodía del lunes.

"Si está en una zona de evacuación, salga AHORA. Podemos reconstruir su hogar. No podemos reconstruir su vida", dijo el gobernador de Florida, Rick Scott, en Twitter.

Joe Lewis, un veterano de la marina de 41 años de Florida, se hizo eco del sentimiento mientras aseguraba un aire acondicionado en su casa rodante en Jensen Park, una de varias en el área que estaban casi vacías.

"No importa si tengo una casa de un millón de dólares. La dejaré. Mi vida es más importante", dijo mientras se preparaba para unirse a otros residentes de Florida que escapaban de la tormenta.

En la cercana Santa Lucía, Dan Peatle, de 78 años, también había huido de su comunidad de retiro para refugiarse en un hotel.

"Me enferma. No me gusta", dijo a la AFP mientras salía a tomar aire antes de que se acercara la tormenta.

"He pasado por siete u ocho desde que he estado en Florida, desde el '73. Y son todos iguales, ya sabes. Rompe todo, vuelve a armarlo".

La costa este de Florida está protegida por "islas barrera", islotes alargados que corren a lo largo de la costa, que deben ser evacuadas obligatoriamente.

Pero algunos aprovechan hasta el último momento para ir a ver al mar antes de que las islas queden incomunicadas: oleaje, fuerte y agitado, bruma en el horizonte, lluvia intermitente y el viento levantando remolinos de arena.

"Es hermoso... La arena, el viento... es glorioso", comentó Jed Guty, un colombiano que no quiso decir su edad porque es "muy viejo" y ha pasado por varios huracanes.