Los impactos de la crisis económica del nuevo coronavirus no terminarán en 2020 y para los próximos años existe un alto riesgo de que El Salvador caiga en impago por el creciente nivel de endeudamiento adquirido para enfrentar la pandemia, advirtió ayer la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El tanque de pensamiento presenta este día su informe de coyuntura económica a mayo sobre el impacto del Covid-19 en El Salvador, una investigación que concluye que la pandemia puso al descubierto “las debilidades” de la economía arrastrando a una recesión profunda que dejará a la “sociedad con un drama humano dantesco” para los próximos años.

Incluso antes de la crisis, El Salvador se encontraba en una “situación frágil” con una deuda que alcanzaba el 71.4 % del Producto Interno Bruto (PIB); pero la cuarentena prolongada, que acumula más de 75 días, y la paralización de la actividad económica erosionó “sustancialmente” las finanzas públicas con un riesgo creciente de caer en default, señaló Pedro Argumedo, investigador del Departamento de Estudios Económicos (DEC) de Fusades.

El panorama era optimista para El Salvador a finales de 2019. Se esperaba que la economía avanzara 2.5 % porque había expectativas de mayor inversión privada por una mejor relación entre el Ejecutivo y el sector productivo. Seis meses después, el escenario cambió debido a la pandemia y ahora se espera una recesión profunda que desplome el PIB a entre -5.4 % y -7.4 %.

 

Escenario fiscal

Mientras que la economía decrece y la recaudación tributaria se desploma, el nivel de deuda pública aumenta ante las necesidades de financiamiento para enfrentar la crisis. El déficit fiscal pasaría de un 3.1 % del PIB estimado previo a la pandemia a entre 10.3 % y 16.7 %, en tanto la deuda pública legaría al 93.9 % del PIB. “Es insostenible”, advirtió Carolina de Franco, economista de Fusades.

Con esos escenarios “vemos de un riesgo creciente de que pueda caer en default el país”, advirtió Franco. Un impago significaría que El Salvador no puede honrar sus compromisos de deuda, tal cual como ocurrió en abril de 2017 con el sistema de pensiones, tiene repercusiones como el deterioro del perfil crediticio, se cierra el mercado de inversiones y hay un incremento en el precio del dinero.

Para Fusades, el riesgo es menor en 2020 porque en este año se recibirían los recursos del financiamiento de los dos paquetes de deuda por $3,000 millones. Después “van a ser años bastante difíciles. El crecimiento, no creemos que vaya a tener una recuperación rápida dado el impacto por la cuarentena tan larga y estricta. Nuestra propuesta es que se limite el financiamiento, gastos que se pueden ahorrar”, sumó Franco.

 

Propuesta de recorte

La economista consideró que del paquete de deuda se tiene que reducir por lo menos en $1,000 millones para “evitar que el país llegue a una situación comprometida”. La “amenaza es que (el Gobierno) no pueda pagar, pero aún en el supuesto de que pudiera pagar vemos que en el primer año sería un aumento de más de $200 millones en el servicio de la deuda”, sumó.

La propuesta de Fusades es reducir $250 millones en inversión pública así como congelar salarios por unos $100 millones. También propone recortar $210 millones para las alcaldías en pago a proveedores y ajustar entre $96 y 116 millones para el Fondo para el Desarrollo Económico y Social (Fodes) y la Corte Suprema de Justicia (CSJ).

No obstante, advirtió la institución, el Gobierno debe mantenerse al día con las Letras del Tesoro (Letes) y Certificados de la Tesorería (Cetes), los compromisos a los proveedores y las amortizaciones y pago de intereses de la deuda.

 

Escenarios fiscales previstos para El Salvador:

PIB: A inicio de 2020 se esperaba que la economía salvadoreña creciera un 2.5 % por una mayor expectativa de inversión privada. Por el golpe de la pandemia, la proyección es que el PIB se contraiga entre un -5.4 % y -7.4 %, la mayor caída en cuatro décadas. El PIB nominal pierde $400 millones al mes por la cuarentena.

Remesas: La proyección en el desplome de las remesas, incorporando el desempleo hispano, rondaría entre los $1,464 millones y $2,000 millones. Una contracción que oscilaría del 5.8 % a 8.3 % del PIB. Solo en abril estos ingresos se desplomaron 40 % y fueron $171.7 millones menos frente al mismo mes de 2019.

Exportaciones: Fusades destaca que las exportaciones se contrajeron -51 % en abril y fueron $238 millones menos, mientras que las importaciones se redujeron -32.9 % al ser $323.7 millones menos. La balanza comercial de bienes registró un déficit de $1,806.6 millones en los primeros cuatro meses de 2020, bajó un 7.6 %.

Expectativa: El índice de confianza empresarial, que había crecido con la llegada del nuevo Gobierno, se contrajo anualmente a un -54. % en mayo, mientras que el índice de confianza de los consumidores se redujo -22 % en abril. El clima de inversión registró una baja hasta llegar a -79.9 % en marzo. La mayor caída desde que existe la serie.