La economía salvadoreña depende principalmente de las condiciones económicas de los EEUU, del precio del petróleo y de las tasas de interés a nivel internacional. La difícil situación económica de los EEUU afectó negativamente a la economía salvadoreña, pero la disminución del precio del petróleo y de la tasa de interés internacional neutralizaron ese efecto externo negativo.

Se adoptaron las medidas económicas siguientes: se prohibió la entrada a extranjeros; cierre del aeropuerto y fronteras; prohibición de despidos de trabajadores en cuarentena; suspensión de operaciones de centros de trabajo; suspensión del pago de la cuota de energía eléctrica, agua, telefonía, internet y cable, se congeló el cobro de créditos hipotecarios, personales y de tarjetas de créditos, y se suspendió el pago de crédito a casas comerciales; disminución a cero los impuestos de importación de alimentos, medicamentos para enfermedades respiratorias, productos higiénicos y de limpieza; regulación del teletrabajo; cuarentena domiciliar obligatoria; dispensa de trámite al poder ejecutivo para realizar compras de equipo y medicinas para combatir la pandemia; subsidio de $300 para compensar la carencia de ingresos; congelamiento de precios de la canasta básica; autorización de gestionar recursos financieros por dos mil millones de dólares; reforma de la ley de Entrega de la Compensación Económica y Estabilización de Tarifas del Servicio Público de Transporte Colectivo de Pasajeros, para hacer más eficiente dicho pago; se reguló el retorno de los salvadoreños que se encontraban en el exterior; se garantizó la continuidad de la prestación de servicios de salud del ISSS a trabajadores en condición de desempleo o suspensión de contrato de trabajo; se modificó el Cálculo de la Reserva de Liquidez sobre Depósitos y Otras Obligaciones; se exoneró al MAG y a los importadores particulares, del pago de derechos arancelarios a la Importación, así como del Impuesto al IVA por la compra de maíz, frijol y arroz, para consumo humano; simplificación del procedimiento de las donaciones de bienes por parte de las empresas reguladas en la ley de zonas francas industriales y de comercialización; se facilitó la presentación y pago del Impuesto sobre la Renta y el anticipo a cuenta de ese impuesto.

Al final del mes de abril, el sector monetario tenía una tasa de crecimiento de 11.7% para los depósitos totales; mientras que los prestamos presentaron un crecimiento de 6.2%.

El Índice de Volumen de la Actividad Económica (IVAE), a fines del mes de marzo de 2020, mostró una disminución anual de 2.8%, como efecto de la paralización económica y el confinamiento a causa de la pandemia. Las actividades productivas que más disminuyeron son: comercio, transporte y almacenamiento (-10.9 %) y producción industrial (-7.9 %). El sector más afectado han sido los servicios turísticos, aunque algunas empresas alquilaron sus instalaciones para alojar a personas para contener la enfermedad. Otro sector muy afectado ha sido el exportador, cuyas ventas en el exterior experimentaron una disminución de 12.9 %. Las importaciones disminuyeron 10.2 %. La balanza comercial disminuyó 7.6 %. Los ingresos recibidos en concepto de remesas familiares disminuyeron en el mes de marzo y abril, en este mes se dio una reducción del 9.77% con respecto al mismo período del año previo; las remesas provenientes de EEUU disminuyeron 9.2 %. En los tres primeros meses de año los precios se habían mantenido más o menos constantes, pero durante el mes de abril 2020, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) mostró una disminución mensual de 0.36%, inducido principalmente por la disminución de precios de los derivados de petróleo y algunos productos alimenticios. Las Reservas Internacionales Netas del país al mes de abril disminuyeron un 1.3 % con respecto al mismo período del año anterior.

Tomando en cuenta: el comportamiento de las principales variables económicas hasta el mes de abril; que algunos organismos internacionales anunciaron durante el mes de mayo que la tasa de crecimiento sería negativa (CEPAL - 2.3 %, BID - 3.0 %, FMI - 5.4 %,) así como el hecho que yo publiqué en los primeros días de abril que esa tasa de crecimiento sería de - 17 % durante este año, me veo obligado a concluir que la economía salvadoreña ha soportado bien la pandemia.